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Chivas sigue padeciendo de ese mal crónico de no meterle gol ni al arcoíris
Además del espantoso uniforme “verde feo” con que la mercadotecnia le gana a los aficionados del América, las Chivas, el León y los Ravens tuvieron no solo chance, sino que hicieron todo para llevarse la victoria con justicia… menos las anotaciones, y esto se gana solamente ..¡anotando!
Y allá en Green Bay, los “Dioses del Estadio” le hacen “Justicia Divina” al destino de los Cowboys con una tremenda pifia de los oficiales de revisión, con un criterio más papista que el Papa, perjudicándolos hoy de la misma forma que hace una semana fueron beneficiados por esos mismos oficiales.
Chivas, enemigos del gol
De nada sirve que Chivas tenga el control del partido, genere más avances forzando jugar en la cancha de Chiapas, si su poder ofensivo sigue siendo ridículo.
Al primer titubeo les clavan el primero, empate de lágrima y otro error los deja planchados.
El equipo del “Chepo” se ve bien trabajado en casi todas las líneas, un portero, Toño Rodríguez, que crece cada semana en trabajo puliendo facultades y en personalidad y respeto.
Su defensa, valga la reiteración, se defiende salvo en los mano a mano por velocidad.
“Marquito” Fabian no pesa sino a ratos, la gran contratación queda a deber, aún así les alcanza para tener metido a Chiapas casi toda la primera parte sin siquiera hacer sentir que ese dominio y esas llegadas generan algo de peligro.
Chivas sigue padeciendo de ese mal crónico de no meterle gol ni al arcoíris, resultado, les mueven el balón, los presionan, les anotan y adiós.
Cierto, anotan uno, el empate a la ventaja de Chiapas, a pesar de el dominio de Guadalajara y tristemente la sensación es de que al alcanzar el resultado de empate es de gane, aún y a pesar de haber sido mejores que Jaguares por una buena parte del juego. Por esto, el segundo gol chiapaneco es más que una loza que los hunde en la frustración y desánimo.
Goles son amores y no buenas razones.
Verde espanto
América es ya el referente de nuestra Liga MX, la convocatoria de esta primera jornada les llena casi en su totalidad el Azteca, cierto que el rival también cuenta y León es también un equipo atractivo y ganador.
Gana la mercadotecnia que les pone un uniforme verde electrizante que quizá se vea bien por ahí en algún juego nocturno y de visita, pero en el arranque de la Liga el famoso “merchandise” les falla.
En la tele el uniforme se ve espantoso, se pierde, en la cancha parecía que León y su playera blanca traía más jugadores que América y la tribuna que pintó de color amarillo o ese crema que les llevó un año para que la gente lo adoptara (¡y comprara!) se queda con la frustración ó de no pertenencia, o de juntar otra vez lana para “estar al día”.
Van por trabuco
Este nuevo América con etiqueta de espectacular va derechito a mantener liderazgo, hegemonía y hasta hacerse ese trabuco que se convierta, como aquel de los 80, en el referente de nuestra Liga MX, sin embargo tuvieron un sinodal que también trae espuelas para gallo.
Los siete “no nacidos” en nuestra territorio traen ganas y convicción de justificar su presencia con una actitud ganadora por todos lados.
Los líderes naturales y además “sí nacidos” en México, Oribe y “Moi” Muñoz, con la mira puesta en mantenerse en ese sitio de liderazgo comprobado en la cancha y el vestidor.
Mucho daño le hizo al América lo que debía ser una situación ganadora al tomar ventaja de dos antes de los 10 minutos, no hubo forma de mantener la intensidad, que era difícil de sostener por tanto tiempo, ni el control que soltaron al sentirse superiores y con goleada segura.
El error de “Moi” en el primero de León y el de su tocayo Velazco regresan al León al partido, es solo una circunstancia fortuita lo que le da al América el 3-2 definitivo, apenas la primera jornada y el América muestra fuerza, convicción a la propuesta de gustavo Matosas para ser, una vez más, el gran animador de esta Liga MX.
Los dioses del estadio…
Le ponen las cosas parejas en aquello de los fallos arbitrales. Hace una semana fueron las “zebras” los que les dieron un buen empujón con su error en aquella intercepción que los pone en posición de anotar para eliminar a los Leones de Detroit.
Ayer en Green Bay con solo cuatro minutos en el reloj y en desventaja por solo cinco puntos (21-26), los Cowboys se la juegan en cuarta y dos, Romo lanza un pase largo que Dez Bryant malabarea y luego atrapa en la yarda uno, lo que les dejaba con cuatro oportunidades para anotar y ganar.
Viene la revisión en el palco de oficiales, revirtiendo la decisión, entregándole el partido a los Packers que se van de su congeladora a la congeladora de Seattle.
Los dioses del estadio le ponen justicia divina al destino de los Dallas Cowboys.
Tremendos Patriotas
Venir dos veces de atrás por 14 puntos, confirma el poderío de estos Patriotas.
En el arranque del juego, los Ravens anotan dos veces para ponerse 14-0 y más tarde, cuando los de New England alcanzan para poner tranquilidad en ese emparejamiento, vuelven a ser vulnerados con dos touchdowns seguidos para verse abajo 28-14 con solo siete minutos por jugarse en el tercer cuarto.
Con el talento de Tom Brady y su extraordinaria línea ofensiva, los Patriotas no solo alcanzan sino que remontan faltando casi ocho minutos del cuarto–cuarto, y así meterse a la Final de la Conferencia Americana con la ventaja de jugarlo en casa el próximo domingo.
