Decepciones

DE LA MISMA FORMA QUE ASAFA POWELL

Este gran velocista jamaicano que no alcanza siquiera al reparto de medallas que se dieron entre Usain Bolt y Yohan Blake, sus grandes compañeros o sin duda Liu Shang en los 110 metros con vallas, otra vez favorito y otra vez se queda, de estas grandes decepciones habría que buscar algunas más en el tema del ciclismo con Mark Cavendish este gran favorito en las etapas de ruta, campeón del mundo que decepcionó  o Tom Daley el clavadista británico del que se esperaba más que el bronce.

Y por otro lado también hubo sorprendentes historias en estos extraordinarios Juegos como la de…

IVAN UKHOV

Hace tres años en la Lausana, Suiza, en una competencia de la Golden League de Atletismo, que es el circuito de grandes premios, equivalente a los Grandes Premios de Fórmula Uno, el ruso atleta de salto de altura intentó hacer un salto, no pudo, cayó sobre el colchón y se quedó ahí tirado.

Entraron los médicos a auxiliarlo porque aparentemente habría algún accidente o enfermedad, hay que tomar en cuenta que estos atletas de alto rendimiento están muy bien atendidos, ahí estaba sin levantarse y uno de estos médicos que fue para atenderlo hizo un gesto negativo, levantó los brazos y se fue de ahí, resulta que el ruso se había quedado tirado en el colchón…

¡PORQUE ESTABA BORRACHO!

Sí. Se había pegado una parranda la noche anterior y así compitió en uno de los grandes premios de atletismo: borracho. Se vio obligado a abandonar, lo expulsaron, le obligaron a devolver el dinero de garantía que tiene estos atletas profesionales.

La Federación Rusa también lo castiga y allá seguramente en la soledad decidió volver a entrenar para participar de nuevo. Lo hizo en solitario, siguió calificando, hablo de hace cuatro años. Finalmente hace dos logra calificar y gana el campeonato mundial bajo techo, el año pasado en los mundiales de atletismo se convierte en campeón del mundo y aquí en Londres logra una hazaña portentosa…

SE CONVIERTE EN CAMPEÓN OLÍMPICO

Pero no terminó ahí el asunto. Resulta que cuando la barra estaba en 2.33 metros, había pasado valla en la primeras, es decir, los atletas que saben que pueden saltar mucho más deciden pasar las primeras con el riesgo de que si no logran la altura que pidieron quedan fuera.

Cuando le toca a Ivan, él estaba con el torso desnudo, comienza a buscar su camiseta que no aparecía por ningún lado, le hacen la primera amonestación, entonces uno de sus compañeros que acababa de ser eliminado le presta su camiseta, la usa sin el número de su compañero, logra saltar el 2.33 metros , se va hasta el 2.38 y hoy es el campeón olímpico.

Así o más dramático para Ivan Ukhov, el borracho que se reivindicó.