Defensiva, es el nombre
El viejo axioma de la NFL nos dice: “Defensiva, es el nombre del juego”.
Las defensivas son las que ganan campeonatos, las defensivas son las que llegan lejos y las que marcan la tendencia de los partidos. Cierto. La ofensiva es vistosa y a la ofensiva le cuesta mucho trabajo para tratar de descifrar. Dicen que siempre es más fácil destruir que construir, probablemente así sea el principio de la defensiva.
Alfredo Domínguez MuroEl viejo axioma de la NFL nos dice: “Defensiva, es el nombre del juego”.
Las defensivas son las que ganan campeonatos, las defensivas son las que llegan lejos y las que marcan la tendencia de los partidos. Cierto. La ofensiva es vistosa y a la ofensiva le cuesta mucho trabajo para tratar de descifrar. Dicen que siempre es más fácil destruir que construir, probablemente así sea el principio de la defensiva.
Los Broncos de Denver han llegado tan lejos a este Super Bowl gracias a su defensiva. Cierto, los pateadores anotan y ganan partidos, y la ofensiva respalda; pero es la defensiva.
Esta defensiva de los Broncos de Denver la conduce hoy una de las grandes mentes en las defensivas en la NFL, Wade Philips, este hombre del cabello cano, bonachón, hijo de Bum Philips, aquel gran entrenador de los Petroleros de Houston que usaba su sombrero de cowboy y sus botas puntiagudas, ese equipo de Houston que nunca llegó al Super Bowl y se quedó en el ‘ya merito’ porque se quedó en la orilla cuando no pudo derribar la cortina de acero y dijo ‘la derribaré a patadas’ y no pudo.
Desde entonces su hijo era su asistente, y ahora él ya voló, ya fue entrenador en jefe en Buffalo, en Dallas no le tuvieron mucha paciencia y llegó a Denver para mejorar esta defensiva y por eso están ahí.
La defensiva no nada más es poner jugadores por montón, se necesita mucha estrategia y se necesita convicción por parte de los jugadores hacia lo que quiere su coordinador defensivo.
Y para el entrenador en jefe por supuesto es importante coordinar todos los aspectos: equipos especiales, ofensiva, pero la mayoría de los entrenadores en jefe han salido de ser grandes coordinadores ofensivos. Esto no es en balde.
Así las cosas, la dinastía de los Philips, ahora con Wade Philips, de bajo perfil pero de mucho resultado. Ese es el punto que puede darle a los Broncos el título del Super Bowl.