Del dicho al hecho…
El súbito aborto de la presentación de la reforma energética puso de manifiesto la debilidad de la estrategia del gobierno.
Y es que independientemente de cuáles hayan sido los motivos para frenar la presentación, el hecho apunta a que Enrique Peña Nieto no las tiene todas consigo para privatizar los energéticos.
Sobre todo cuando en los últimos días el propio presidente anunció en dos ocasiones que esta semana mandaría su iniciativa al Congreso, para salir después a decir en Twitter que continuaba preparando la presentación de la reforma.
Redes de PoderEl súbito aborto de la presentación de la reforma energética puso de manifiesto la debilidad de la estrategia del gobierno.
Y es que independientemente de cuáles hayan sido los motivos para frenar la presentación, el hecho apunta a que Enrique Peña Nieto no las tiene todas consigo para privatizar los energéticos.
Sobre todo cuando en los últimos días el propio presidente anunció en dos ocasiones que esta semana mandaría su iniciativa al Congreso, para salir después a decir en Twitter que continuaba preparando la presentación de la reforma.
Si el súbito aborto fue por miedo a grandes manifestaciones en contra, malo para los propósitos presidenciales.
El hecho demuestra que el gobierno no hizo lo que debía hacer para convencer a los mexicanos que la reforma energética le conviene al país.
Ahora que si los partidos de oposición le pudieron imponer a Peña Nieto la condición de que antes de la energética se debe discutir una reforma política, es malo también.
Y es que los negociadores del presidente deberían haber “planchado” con oportunidad estas condiciones para no dar la impresión que la oposición le dobló la mano al gobierno.
Por otra parte, no deja de ser extraño que haya sido el diputado Manlio Fabio Beltrones el que haya fungido como vocero para anunciar de que será hasta el miércoles cuando el Ejecutivo mande su iniciativa al Senado.
¿Este anuncio no lo debería haber hecho el presidente, o el secretario de Gobernación?
¿Unión en el PAN?
Por más que Gustavo Madero se esforzó ayer en dar la impresión de que los panistas vuelven a estar unidos, lo cierto es que en la foto difundida por Madero, ni son todos los que están, ni están todos los que son para garantizar que hay unión en Acción Nacional.
Y es que aunque en la foto ciertamente aparecen junto a Gustavo Madero, Ernesto Cordero, Josefina Vázquez Mota, y tres expresidentes del Partido, no se ve por ningún lado, al grupo compacto de los exgobernadores Carlos Medina, Ernesto Ruffo, Fernando Canales, Alberto Cárdenas, y Fernando Elizondo.
Y como prueba de que eso de la unión sigue siendo solo un buen deseo, 8 de los 38 senadores que integran la bancada azul desairaron la reunión a la que les convocó el presidente del PAN en la sede de Coyoacán.