El avance que ha tenido la democracia electoral en el país se ha visto reducida por el efecto que tiene la corrupción sobre la consecución de una democracia real y completa.
La corrupción desquebraja el sentido ciudadano y quebranta las leyes, las cuales deben regular las relaciones sociales, económicas y políticas entre los individuos y las instituciones.
Morris (2009) concluye que la democracia y la corrupción representan dos fuerzas opuestas. La primera contiene el objetivo filosófico de contrarrestar la corrupción y garantizar la justicia e igualdad para todos los ciudadanos y la segunda busca minar el sentido mismo de la democracia.
Si la democracia y la corrupción van en sentido contrario, una exposición larga y constante de principios y ejercicio democráticos reducirá el impacto y la capacidad de maniobra de la corrupción. En otras palabras, la medicina democrática tendrá efecto sí y sólo sí se aplica de manera constante y permanente.
La corrupción también tiene un efecto en los niveles de satisfacción política de la ciudadanía. Morris y Klesner (2010) advierten que la descomposición democrática ha sido un trampolín para la desconfianza entre ciudadanos y en las instituciones políticas, erosionando al régimen democrático construido en las últimas décadas.
Esta percepción de insatisfacción y desconfianza al sistema político complica el combate a la corrupción, desvirtuando el capital social de la ciudadanía y reduciendo su participación. En el peor de los casos este estado de ánimo social puede corromper la percepción de legitimidad y legalidad del régimen político.
Pero, ¿por qué hay corrupción? Una de las interrogantes más debatida en el país, es de principio compleja y difícil de resolver. Sin embargo, creo que en el fondo hay una posible explicación biológica o natural a partir del mimetismo humano.
Me explico. La selección natural o lucha por la sobrevivencia ha generado la coexistencia entre las especies con un mínimo de competencias, explotándose el uno a otro para sobrevivir: relación depredador – presa.
Los organismos, para no ser “presa fácil”, han utilizado al medio y su capacidad de adaptación para evitar cualquier peligro. El mimetismo es un fenómeno que consiste en que un organismo se parezca a otro,, con quien establece alguna relación obteniendo así algún tipo de aprovechamiento o ventaja. El objetivo es tergiversar la realidad (los sentidos de los depredadores) incurriendo en una determinada conducta. El mimetismo es una estrategia común entre los animales. Estos adoptan la apariencia y el comportamiento de especies peligrosas para confundir a sus depredadores.
En esta argumentación biológica y natural, los mexicanos tendemos a adaptarnos a la perversidad de la realidad. Los más, ciudadanos honestos y justos, se ven en peligro ante los menos, los corruptos, llevando a la vida en comunidad a resultados funestos.
Alejandro Pastrana Valls
Es originario de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Es candidato a doctor en Gobierno por la Universidad de Essex en Inglaterra y becario del Conacyt.