Y cuando creíamos haberlo visto todo después de la ceremonia de los Oscar, donde se equivocaron y premiaron una película pero resulta que no, que era la otra y que sacaron un sobrecito y que no, que el otro se equivocó y que estaba tomando selfies, la verdad los Oscar se quedaron chiquitos con lo que vivimos este fin de semana y sobre todo este lunes, en lo que refiere a dos temas fundamentales, cuando menos para nuestro deporte mexicano.
Empezamos por lo que ocurrió en el Clásico Mundial de Beisbol.
Nos fue muy mal contra Italia que nos sacó el partido ya al final y de rebote, pero nos sacó el partido, después Puerto Rico nos puso un estate quieto, pero ganándole a Venezuela, con una combinación de resutados, el equipo mexicano pudo haber pasado a la siguiente ronda contra Dominicana y Estados Unidos.
El equipo mexicano manejó el partido, después muchas carreras, como ha sido todo este clásico y es lógico, no podemos pensar que los pitchers iban a dominar, pitcheo es el nombre del juego pero no en un torneo como este, que comienza cuando arrancan los campos de entrenamiento de Grandes Ligas, de esta manera pues pitchers con limitación de lanzamientos, en fin, muchas carreras.
México ganó 11-9 a Venezuela, el sonido local, asesorado por la Major League Baseball (MLB), organizador del evento, o mejor dicho, desorganizador del evento, con un comité desorganizador también, señalaron que México enfrentaría a Italia en el partido por el desempate.
Muchos nos fuimos a dormir porque ya era un poquito más allá de la medianoche y de pronto aparece la MLB rectificando, que siempre no, que porque los outs y no las entradas, lo que usted quiera pero ni siquiera en las letras chiquitas estaba. Se sacaron de la manga este tema, no estaba muy claro, si usted lee y vuelve a leer, por ningún lado estaba claro este tema, es un adefesio y bueno, Venezuela enfrentando a Italia y nos quedamos como la película de La La Land en los Oscar.
Pero qué le parece lo que ocurrió en el futbol mexicano. Después de la amenaza, que nunca supimos de los árbitros, que no pitarían si no era un castigo estricto a Pablo Aguilar y Enrique Triverio por la agresión a los árbitros, la cual ahí está documentada, la Federación Mexicana de Futbol sacó sanciones ni grandes ni chicas sino todo lo contrario, 10 partidos a uno y 8 partidos a otro.
Los árbitros se fueron a huelga faltándole al respeto al público, al final de cuentas pudieron haber jugado bajo protesta y después sentarse a hacer lo que hicieron. Apareció una Comisión de Apelaciones con cinco distinguidos ciudadanos que le dan un año de castigo a Aguilar y a Triverio, los árbitros se sienten reconfortados, felices, les hicieron caso y bueno, pues de aquel castigo ya no hay nada, se rectificó.
Asi es que probablemente esa sea de hoy en adelante la tónica, no es lo que pase ahorita, sino lo que vengan a decir después, entre abogados te veas, pero por lo pronto que adefesios de decisiones.