Despiertan al Tigre
La victoria de los Tigres del “Tuca” llega a tiempo. Se planchan al invicto Cruz Azul y seguramente será una inyección anímica y de seguridad que los catapultará. Sí, no exagero, a pelear la Liguilla.
Mientras que el América del “Turco” Mohamed y al León de Matosas auténticamente se les apareció “el Tigre de la Rifa”.
Alfredo Domínguez MuroLa victoria de los Tigres del “Tuca” llega a tiempo. Se planchan al invicto Cruz Azul y seguramente será una inyección anímica y de seguridad que los catapultará. Sí, no exagero, a pelear la Liguilla.
Mientras que el América del “Turco” Mohamed y al León de Matosas auténticamente se les apareció “el Tigre de la Rifa”.
América, Atlas, pero principalmente el León, salen por la puerta de atrás de sus propios estadios después de entregar partidos y puntos, mientras en Cruz Azul regresan con lentes oscuros y cachuchas tipo Enrique Iglesias, buscando pasar desapercibidos después del tremendo papelón al ser humillado por Tigres en el Universitario.
Los miedos del ‘Turco’
Cierto que el futbol es arte de defender y atacar, pero cada día es mas obvio que al “Turco” le viene haciendo daño eso que llaman “manejo de partidos”.
Tercera derrota consecutiva en el Azteca, algo que los americanistas habían olvidado desde la llegada de Miguel Herrera.
Pachuca les gana en el último minuto, después van a perder por la mínima en Morelia, luego Pumas les pasa por arriba en el Azteca en el concierto de Ludueña, van al Tec y con gol agónico de Sambueza sacan las castañas del fuego.
Este sábado ganaban con demasiada facilidad al Santos de “San Oswaldo”, al 11’ ya iban 2-0 y uno al poste, y los de la Comarca no veían el balón más que a ratitos. Aparece Oribe haciendo una pared de antología con Darwin Quintero para acercarse 2-1 y es ahí cuando aparecen las indecisiones y fantasmas americanistas.
El descanso les sirve de poco, nada de lo que pudo decirles el “Turco” sirve cuando Santos regresa como todos suponíamos, asumiendo riesgos después de olfatear esas indecisiones e imprecisiones que persiguen al América desde que el “Turco” se hizo del timón.
El tiro de Rentería es un gran gol y América parece no saber cómo reaccionar, y luego Oribe, que está de regreso, les hace un poema de gol con esa media vuelta de antología en el corazón del área para liquidar la poca seguridad americanisata.
Ya el penalti ejecutado magistralmente por el “Chato” Rodríguez es solo para el anecdotario.
Mucho qué trabajar mental y anímicamente en este América del “Turco”, que hoy por hoy no resiste comparaciones con el de “El Piojo”, y conste, aquí sí caben, el plantel es el mismo.
La apatía cobra factura
Tuve la oportunidad de asistir al Nou Camp para ver la fiesta de goles que la fiel afición leonesa esperaba ante el que quizá sea el equipo más débil y limitado de la Liga MX.
De hecho, al saltar al campo de juego, los de Veracruz casi anunciaban a gritos que ellos venían a buscar el empate a cero, que se meterían atrás hasta con el autobús, que buscarían desesperar al campeón, que aún sin el “Chelis” en la banca, traía aprendida la lección: defender, defender defender, no arriesgar y seguir defendiendo, y si por ahí se encuentran una, pues buena suerte.
Los de Gustavo Matosas arrancaron comiéndose la lumbre a puños. Cierto que “Rafa” Marquez y Luis Montes se quedaron en las tinas de masaje recibiendo apapachos y consentimientos después de su viaje con el Tri, para asegurarse que nadie les bajara el puesto que hoy tienen bajo el brazo en el la lista del “Piojo “rumbo a Brasil.
“El Gullit” también merecía masajito y enchiladas guanajuatenses calientitas viendo el “facilísimo” juego ante el debilón Veracruz desde la comodidad de su casa, pants cómodos, pantuflas calientitas y botanas previas a las enchiladas, sin embargo el “Gullit” decidió ir y jugar, así que al León no le dolía casi nada, una y otra vez llegaron para estrellarse con la muralla de un portero extra motivado.
El buen Melitón, el portero al que se debe una buena parte del ascenso de La Fiera hace unos cuantos años, defendía ahora la puerta del Tiburón.
León llegaba, fallaba o Melitón aparecía, pero fue tan fácil generar esas jugadas y llegadas y tiros de todos calibres, que la apatía y conformismo de quien se sabe y siente superior con la seguridad, que en cualquier momento caería el primero de los muchos vaticinados.
Todavía el árbitro les concede un penalti en la jugada que no era falta precedida de la que sí era.
Es igual, Matías Britos toma el balón y desde que lo pone en el punto penal muchos presagiamos la fallota. Actitud apática, telegrafiando y entregando el balón a Melitón que así se echa encima a la tribuna que hasta ese momento lo había respetado, dicen que por un acuerdo entre líderes de las porras. Todavía al Tiburón le expulsan a Jiménez y ni así reacciona La Fiera, hasta que viene una, la única descolgada jarocha por izquierda, a Luis Alberto Sánchez solo lo miran los defensas leoneses hasta que lanza un chutazo, quizá un churrazo, es igual, 1-0 y a celebrar esos tres puntos de oro. Primera victoria del “Chelis” ahora Tiburón, y para León derrota humillante.
Derrota a tiempo
A nadie le gusta perder pero seguramente “El Flaco” Tena y su grupo técnico trajeron de Monterrey un montón de apuntes para dar lecciones a tiempo extra de las razones por la forma en que se desmoronaron ante el Tigres del “Tuca” que, es intuición mía, es despertar al Tigre.
Y lo del Atlas de Tomás, por más que el árbitro haya regalado un penal a Jaguares, no puedes dejar, una vez más, una ventaja que parecía definitiva, escasez en el llamado “Jefe Boy” de eso que llaman “manejo de partido”.