El box es un deporte de apreciación, con una gran dosis de subjetividad y pasión que desborda límites insospechados.
El sábado, al menos en mi caso, vi ganar apretado al “Canelo” sobre Miguel Ángel Cotto, no me precio de ser un súper experto de este deporte, pero lo he seguido por muchos años y sin desafiar a los grandes expertos como mi estimadísimo Lamazón ó el Dr. Alfonso Morales, ni mucho menos a J.C. Chávez, Marco Barrera, Erick “Terrible” Morales, todos ellos figurones de nuestro muy glorioso mundo del boxeo mexicano.
Así como yo, muchos hubiéramos alzado la mano del “Canelo” como ocurrió este sábado, solo que lo persigue irremediablemente la “Leyenda Urbana” de ser el protegido de los muy evidentes intereses del boxeo mundial, situación propiciada por el exceso de protección con “flanes” y rivales muy a modo.
Hoy podrá noquear, superar, ser mucho mejor que cualquier rival en turno, pero la “Leyenda” y el rumor pesarán siempre más que la realidad actual.
Si a esto agregamos todo este follón que armó Miguel Angel Cotto al negarse a pagar al Consejo Mundial de Boxeo los 300 mil dólares por sancionar y avalar la pelea, con lo que fue despojado del título antes de subir al ring, la “Leyenda” crece.
‘El Canelo’
Por más que Saúl “Canelo” Álvarez gane una pelea ya sea en forma cerrada como la del pasado sábado al puertorriqueño Miguel Angel Cotto, o por la vía del nocaut como lo hizo en varias ocasiones ante rivales muy a modo, la fama de ser protegido, arropado y hasta beneficiado por las autoridades del BOX no se la va a quitar nunca y es que en el arranque y consolidación de su carrera, hay que aceptarlo, le pusieron varios rivales con fama bien ganada de “bultos” o bien de los también llamados “Rivales a Modo” que se adaptan a su estilo de pelear.
Protegido de la tele
Al “Canelo” se le cuelga también el milagrito de ser protegido de la televisión al ser un producto más que rentable por el carisma y arrastre que de forma natural, eso no se inventa, le nace.
Curioso porque casi en toda su carrera sus peleas fueron transmitidas por Televisa y ahora por TV Azteca como consecuencia de sus nuevos contratos con otros promotores.
La “Guerra de las Televisoras” pasó del plano del fut a los rings del boxeo, solo que las televisoras no controlan aunque sí hacen negocio, con los organismos que rigen el box: CMB, AMB, OMB por mencionar a los más importantes.
La batalla creció en su momento cuando Televisa transmitía al “Canelo” y TV Azteca a Julio César Chávez Jr., cada una hizo su trabajo en promocionarlos y publicitarlos pero hasta ahí, la pelea entre ambos no se hizo finalmente, el tiempo ha pasado y “Canelo” brilla hoy mucho más fuerte que el llamado “Junior”, que lamentablemente ha descuidado su profesión.
Dos leyendas urbanas…
Coinciden ahora muy arraigadas por cierto y corren por nuestro mundo del deporte mexicano. La primera lleva más de cuatro décadas y se ha transmitido en varias generaciones: al América lo benefician o le echan la mano las decisiones arbitrales. A pesar de que existen muchas evidencias en las que ha sido perjudicado y en serio, la “Leyenda Urbana” puede más que los hechos irrefutables.
Aquella Final contra Pumas en la que debieron irse a un tercer partido que ganan los de Televisa, tiene marcado de por vida al árbitro de aquel encuentro, Don Joaquín Urréa, por más que cada vez que se enfrentan en “SU” Clásico estos dos equipos de alta convocatoria, sale Urréa a desmentir y defender su postura neutral.
Pudo ser un árbitro de excelente carrera, pero aquel partido lo tatuó para siempre y conste que la fama provocada por la rumorología y los enemigos del América, en el sentido de ser beneficiados por las decisiones arbitrales, ya existían como tal porque hay hechos muy recientes que tirarían esta leyenda, pero la rumorología puede con eso y más.
Así las cosas pues, Canelo está para cosas más grandes, vencer a Cotto “Haiga sido como haiga sido”, le abre opciones y bolsas grandes, tiene carisma, pasta de ídolo, es hoy, salvo Juan Manuel Márquez en proceso de retiro, el boxeador mexicano con más “jalón”, y bien visto, la “Leyenda Urbana” que comparte con el América hasta le beneficia, si lo sabe capitalizar con aquello de “Me aman o me odian”, pero de indiferencia ¡nada!.. Así de fácil.