El dilema que tiene Raúl Gracia y ‘el listillo’ de Federico Vargas

Nos aseguran que el senador del PAN, Raúl Gracia, trae algunos problemas con el género.

Como uno de los líderes de la cúpula albiazul, según el acuerdo de la Mesa Nuevo León, a Gracia le tocaron cuatro diputaciones locales “ganables” en el estado, para repartir entre sus incondicionales.

El dilema que enfrenta Gracia es que la gran mayoría de los panistas con aspiraciones que le siguen son hombres.

Y sus propuestas deben de cumplir con la cuota de género, de postular a mujeres y hombres en la misma proporción.

Esto perjudica a la legión masculina de Raúl: Hernán Salinas, Mauro Guerra, Obed Meza, Baltazar Martínez, Tomás Macías y Enrique Pérez Villa.

Tal es el compromiso que tiene Gracia con su grupo, que durante la reunión de la Mesa Nuevo León propuso ceder la diputación federal de San Pedro y Santa Catarina –históricamente suya- a cambio de poder postular a puros hombres en su propuesta.

‘El listillo’ Vargas

Federico Vargas, secretario de Desarrollo Social del Estado, anda en campaña inaugurando obras por todo Nuevo León, sin importarle que algunas de éstas no cumplan con el requisito de que sean nuevas.

El día de ayer “el delfín” del gobernador Rodrigo Medina cortó el listón de un centro de desarrollo social del adulto mayor, en el municipio de China.

Hasta ahí todo muy bien, pero hay un detalle: en ese espacio ya funcionaba un asilo para ancianos que hace tres años puso en marcha el anterior alcalde de China, precisamente junto con el gobernador del estado.

El centro de desarrollo social de China fue parte de las obras, por 24 millones de pesos, que entregó ayer en ese municipio el gobernador Rodrigo Medina durante su gira de ayer por ese municipio.

Nos aseguran que el único trabajo que hizo Federico Vargas, junto con el alcalde priista Óscar Garza Cantú, fue cambiar una placa por otra, con sus nombres.

Lo bueno es que muy poca gente se enteró del detalle.

Bueno casi nadie. Claro, hasta hoy.

De la guerra del agua, a Medina

Continúan sumándose ambientalistas al movimiento contra el proyecto Monterrey VI, que traería agua a través de un acueducto de 390 kilómetros, desde la cuenca del Pánuco hasta la Presa Cerro Prieto, y que tiene un costo de 40 mil millones de pesos.

Suma que primero anunció el Estado, y que por cierto todavía ostenta en su página, sería de 17 mil millones de pesos a través de un fondo federal.

Pero una vez que le fue asignado al consorcio de cinco empresas, donde lleva tajada el Grupo Allende y el amigo del presidente Enrique Peña Nieto, Juan Armando Hinojosa Cantú, el costo se elevó como por arte de magia.  

Presentaron una denuncia ante la PGR por Reforestación Extrema, Evolución Mexicana, la Academia Nacional de Arquitectura y Vertebra, pero ahora Pronatura también se está uniendo.

Con números, según los ambientalistas, prueban que la obra no es necesaria y ya alistan un módulo en la Explanada de los Héroes para repartir información y oponerse a este proyecto.

Lo más extraño que es un gobernador, Sócrates Rizzo, se peleó con la Federación por el agua, cuando la CNA ordenó abrir las compuertas de la presa El Cuchillo en los 90`s.

Pero ahora al mandatario en turno, Rodrigo Medina, primero le dicen que el dinero vendrá de la Federación, y ahora que siempre no, y ni se inmuta. En Nuevo León ya no peleamos por lo nuestro.