El ‘Junior’ y el ‘Canelo’ nos noquean
Conozco desde hace muchos años a Bob Arum, el promotor, viejo lobo muchas veces intransigente, enamorado del poder y del dinero, que no se detiene ante nada y ante nadie con tal de sacar ventaja en lo que pueda.
Sigo pensando que saludarlo es un honor, pero después hay que contarse los dedos de la mano, no vaya a ser que se haya quedado con uno.
Alfredo Domínguez MuroConozco desde hace muchos años a Bob Arum, el promotor, viejo lobo muchas veces intransigente, enamorado del poder y del dinero, que no se detiene ante nada y ante nadie con tal de sacar ventaja en lo que pueda.
Sigo pensando que saludarlo es un honor, pero después hay que contarse los dedos de la mano, no vaya a ser que se haya quedado con uno.
Y por el otro lado al Golden Boy, Oscar de la Hoya, con quien he platicado en muchas ocasiones. El campeón olímpico por Estados Unidos, aunque después ha confesado por todos lados que se siente más mexicano, pero esto fue siempre por el interés de sumar a nuestra gran afición a sus seguidores y me desvio un poco del tema, quizá esta sea la razón por la cual el Golden Boy nunca entró en nuestros corazones. Cuando en aquellos Juegos Olímpicos de 1984 pudo escoger ser mexicano o norteamericano, se puso los calzoncillos de Estados Unidos y más adelante ya como profesional se dio cuenta que en las divisiones que él peleaba, las medianas, que el gran público éramos nosotros los mexicanos y que teníamos un ídolo, para mí siempre fue Julio César Chávez, y de esta manera Oscar se ponía los calzoncillos mitad mexicanos y mitad norteamericanos. Así queda una mescolanza como quien quiere vender en Italia comida mexicana con sabor a texmex, es decir, yo nunca le creí nada.
Para Oscar de la Hoya, un triunfador en todos los aspectos hoy metido en medio de todos los promotores filibusteros, embaucadores, enamorados del dinero y muchos otros atributos más, tiene la gran virtud no sólo de haber sobrevivido en esta su nueva faceta, sino ser un exitoso, solamente que ya se contagió de todos estos atributos anteriores.
Aquel gran boxeador Oscar de la Hoya es hoy el promotor que públicamente confiesa sus debilidades con la adicción a las drogas y al alcohol, de las que afortunadamente se ha recuperado, pero esa es su vida privada, a mí en lo particular no me atañe porque soy un gran respetuoso de ese tema, sólo que hoy al Golden Boy hay que juzgarlo como promotor, ya no como el campeonísimo que fue.
Aquí no hay estúpidos
Y perdón por mi francés, pero no encuentro otro atributo para un pleito de promotores chocantes que deciden poner el mismo día y a la misma hora a competir a dos de los boxeadores mexicanos más importantes.
El “Canelo” Álvarez que todavía parece ser un boxeador de plástico fabricado por Televisa y que hasta el día de hoy no ha enfrentado a un verdadero retador y al Jr., Julio César Chávez, organizando dos funciones paralelas en el mexicanísimo fin de semana del 15 de septiembre, el mismo día y a la misma hora…
En el mexicanísimo Las Vegas
Quienes hemos tenido oportunidad de asistir algunos 15 de septiembre a Las Vegas les puedo decir que esto es maravilloso, algo así como reunir a mexicanos de todos lados en un especie de convención gigante en la que todos nos decimos salud, casi siempre alrededor de una magna función que por muchos años estuvo sostenida por el campeonísimo Julio César Chávez y que siempre los grandes casinos respetaron las funciones de box para colocar en sus enormes marquesinas los nombre de grandes artistas mexicanos y digo respetaron porque los conciertos de Luis Miguel que fue el que abrió brecha y hoy Alejandro Fernández comenzaran aproximadamente una hora después del final de las dos peleas .
¿Quién es el mejor?…
Comienzo por los retadores: a Saúl el “Canelo” Álvarez el Consejo Mundial de Boxeo prácticamente le mando a su casa el título del mundo en aquel 5 de marzo de 2011 cuando se coronó campeón Súper Welter contra un tal Matthew Hampton, que era para no insultarlo mucho un poco más que un bulto, después enfrentó a un cartucho quemado llamado Sugar Ray Mosley y hoy le colocan enfrente a un peleador californiano al que le dicen “Josecito” seguro porque no alcanza el nombre de José, es un retador limitado con muy poco palmares, con una pelea a modo en la que el “Canelo” deberá salir avante y cobrando por primera vez mas allá del millón de dólares.
Por el otro lado al Jr. le ponen enfrente a Sergio el “Maravilla” Martínez un gran peleador argentino considerado hoy por hoy uno de los mejores cinco en el planeta en las divisiones medianas altas, es sin duda el momento más importante en la carrera del Jr. porque si sale avante en esta pelea habrá que pensar que ya tiene zapatos para dejar huella de animal grande, así es que de retador a retador el “Maravilla” Martínez es muchos kilómetros superior al tal “Josecito”.
¿Y entre el Jr. y el ‘Canelo’?
Hoy por hoy sin duda me quedo con Julio César Chávez Jr. allá arriba en el ring.
Abajo la situación es diferente, la popularidad del “Canelo” no se discute pero para quienes estamos en el tema quisiéramos ver a un boxeador mexicano que reuniera las dos cualidades, la de ser un ídolo popular con personalidad y carisma y al mismo tiempo un gran boxeador, hasta hoy le he visto al “Canelo” todas las primeras cualidades excepto la de gran boxeador, en cambio al Jr. lo pondría por el contrario, es un gran peleador con poco carisma, pero sí con mucha personalidad.
Nos dan el uno dos…
Insisto, la rivalidad Bob Arum, Oscar de la Hoya la tendrán que decidir entre ellos, de entrada estoy seguro que tanto el MGM como el Thomas & Mack Center registraran llenos absolutos, que los casinos de Las Vegas estarán llenos de visitantes mexicanos que los conciertos de Luis Miguel y Alejandro Fernández agotaran la papeleta, pero en donde les puede pegar a los dos es justamente donde más dinero ganan en el PPV, afortunadamente en nuestro país podremos ver las dos peleas por televisión abierta, pero habrá que ir seleccionando con cual nos quedamos.
Si se trata de calidad…
Me quedo sin duda con la de Julio Cesar Chavez Jr. y el “Maravilla” Martínez, ahí si habrá calidad a puños, probablemente en la del “Canelo” haya vistosidad y hasta show business y eso a muchos les puede gustar, en nuestro país se convertirá en un duelo de ratings entre la dos televisoras, en el PPV en Estados Unidos principalmente en la franja fronteriza en una decisión difícil para escoger cuál de las dos funciones, pero lo que sí es un hecho es que los que salimos perdiendo somos los aficionados que tendremos que escoger una de las dos funciones, insisto, Oscar de la Hoya, Bob Arum y sus poderosas organizaciones no tienen un pelo de tontos, pero no hubiera sido más sencillo poner una función en viernes y otra en sábado y disfrutar todos el fin de semana mexicano en Las Vegas, esta es una pregunta demasiado cándida como para generar una respuesta sencilla.
Así la cosas pues, habrá que estar atentos a la tele desde las 10 de la noche de este sábado, lo que si va a ser todo un reto para Televisa y TV Azteca es el tema del horario porque coinciden ambas funciones, que la pelea estelar suba justamente cuando el Presidente de la República inicie la ceremonia del grito de independencia en el Zócalo capitalino, así o más complicado…