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El mandón se llama Daniel Ludueña

Nuestra Liga MX se desvive y vive cada semana, en el debate de si debemos dejar (¿debemos kimosabi?) libre el mercado de la llegada de extranjeros ante la cada vez mayor incorporación de los naturalizados a la contabilidad de los mexicanos pagadores de impuestos con derechos y obligaciones.

Que si eso funciona, que si es hacer a un lado a nuestro talento nacido en México, que si no se vale, que si las fuerzas básicas entonces para qué están ahí, que el Tri sufre por esto, que entonces llamen a naturalizados a ponerse la negra, porque la verde ya ni aparece.

Nuestra Liga MX se desvive y vive cada semana, en el debate de si debemos dejar (¿debemos kimosabi?) libre el mercado de la llegada de extranjeros ante la cada vez mayor incorporación de los naturalizados a la contabilidad de los mexicanos pagadores de impuestos con derechos y obligaciones.

Que si eso funciona, que si es hacer a un lado a nuestro talento nacido en México, que si no se vale, que si las fuerzas básicas entonces para qué están ahí, que el Tri sufre por esto, que entonces llamen a naturalizados a ponerse la negra, porque la verde ya ni aparece.

Y justo cuando el debate toma más forma en apoyo a la reducción de extranjeros, aparece una súper jornada como la de este fin de semana con muchas emociones, más goles, más errores, más aciertos, en fin, tema largo pero entre todos estos destaca por mucho la actuación del…

Genial Daniel Ludueña

A quien muchos ya daban por muerto o casi al borde del retiro a sus 33 años de edad. 

Esos muchos lo tratan de arrinconar en “sus 20 minutos” por partido, cuando este domingo a las 12 en C.U. con el sol a plomo, más índices altos de smog (contaminación le dicen)  no solo soporta sin broncas sino que se luce como el mandón en C.U. en el muy disputado juego ante el Santos Laguna.

Pequeño GRAN detalle, “Memo” Vázquez lo mantiene en esas condiciones 80 intensos minutos hasta que lo reemplaza por Javier Cortés, que se mordía las uñas por jugar. La salida del “Hachita” cambia condiciones y comienza ahí otro partido más dinámico, pero ya sin “ese” cerebro mandón en la media cancha Puma.

Además se divierte

El gol que anota a los 15 minutos es un poema rubricado con una genialidad estilo “cascarita en serio”. 

La jugada arranca en una pared en la que Dante López cede en el área al “Hachita”, que ante la salida del portero Marcherián lo finta una vez, el arquero se lanza pero cierra el espacio, segunda finta y lo deja tendido.

Aún así Ludueña no tira al bulto ni un chutazo reventador, acariciando el balón para llevarlo en cámara lenta al fondo del arco, una genialidad de gente grande.

Sonríe como niño jugando “El que mete su gol para”, se divierte al tiempo que lo entrega todo hasta la última gota de sudor.

La esencia del futbol…

Es lo que nos transmite este tremendo argentino naturalizado mexicano, a quien nadie puede pedirle que se retire “solo” por llevar 33 años cumplidos, cuando muestra y demuestra no solo esa clase, sino su condición físico atlética que le permiten decidir su propio destino.

Así las cosas pues, dejemos de importar extranjeros mediocres y busquemos muchos Ludueñas que luego echen raíces y se integren en nuestra sociedad como ejemplos y gente de bien. ¡salud Pumas! Hay “Hachita” para rato.

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