El mito del ahorro
En México es común que en la familia se aconseje a quien consigue un empleo que ahorre. De esa manera podrá “hacerse de sus cosas”, quizás aspirar a tener una propiedad o dar el enganche de un automóvil. El ahorro se vuelve, entonces, el remedio para todo. Y, si bien, el ahorro es un buen […]
Jorge Monsalve FloresEn México es común que en la familia se aconseje a quien consigue un empleo que ahorre. De esa manera podrá “hacerse de sus cosas”, quizás aspirar a tener una propiedad o dar el enganche de un automóvil. El ahorro se vuelve, entonces, el remedio para todo.
Y, si bien, el ahorro es un buen hábito, para mí no es la única opción para hacer crecer una economía: en vez de ahorrar, es generar más. En nuestro país estamos acostumbrados a tener relación laboral con una sola empresa, lo cual es un error, porque solo hay una cosa segura al pertenecer a una compañía, nos van a despedir tarde o temprano.
Los trabajadores deberíamos enseñarnos a diversificar nuestros ingresos, no solamente trabajar para una empresa, sino que, mientras la naturaleza de la actividad nos lo permita, podemos dedicar el resto de nuestro tiempo libre y, por qué no, algunos días de descanso, para emprender con otras actividades que nos dejen dinero.
Mucha gente recomienda cuidar los gastos fijos, y sí, es algo importante cuando empiezas un negocio; pero, no debes únicamente ahorrar, porque, de este modo, solo te enfocas en cuidar el dinero, y paulatinamente te vas quedando en una zona de confort. Mientras que lo importante es comprender cómo seguir generando a la par que el negocio va creciendo. Por eso, no es un tema de ahorro, sino más de una buena inversión.
Siempre he dicho que en México te enseñan a ser “godín”. Desde el día que naces, te dicen que tienes que trabajar para la mejor empresa. Yo me pregunto: ¿Por qué tiene que seguir siendo así?, ¿por qué nadie se ha preocupado o se ha enfocado por empezar a generar empresarios desde ya?
Retomo algo que escribí hace unas semanas, porque estoy convencido de ello: es lo mismo crear deportistas de alto rendimiento o tener artistas natos a tener buenos empresarios, es completamente lo mismo.
Ser empresario no es fácil, tienes que seguir estudiando y seguir trabajando, como en todo. Si quieres seguir siendo el mejor deportista de alto rendimiento tienes que trabajar fuerte o para ser un buen artista, tienes que dedicarte a ello.
Esta carencia, sobre todo en el aspecto educativo, ha creado todo un mercado; un ejemplo de esto es que, tras buscar “cursos de emprendedurismo” en internet salen 350 mil resultados; lo cual no significa que esto sea la solución a la falta de información que existe, pues este tipo de conocimientos deben de ofrecerse de manera natural.
En mi escuela, Foresta International School, implementamos un modelo de aprendizaje sobre el mundo de los negocios, en el que el alumno lo hace suyo de un modo natural. Lo hicimos así al darnos cuenta que nadie más lo había implementado y porque es una deuda fuerte del sistema educativo en México.
Método que lleva más de 50 años con lo mismo, cuando nació de la Revolución Industrial, y tenía que haber cambiado desde hace mucho. Esto pasa porque a nuestros gobernantes les interesa tener soldados que no piensen tanto, en vez de gente que quiera y logre cambiar el mundo.
Así que, tenemos que hacer algo y poner nuestro granito de arena. Pero hay que ser coherentes con la realidad, no toda la educación es responsabilidad de la escuela, también tiene que ver mucho lo que se enseña en la casa. Una es complemento de la otra.
En este sentido, de la misma forma como se enseña el respeto y la honestidad en la escuela, debe refrendarse en casa, y así con el dinero.
Dime, ¿tú hablas con tus hijos sobre temas de dinero?