Cada vez es para mi más claro que la vida transcurre en medio del lenguaje para bien y para mal.
Ejemplos tenemos muchos, pero hablaré un poco de las construcciones semánticas de los políticos para que la sociedad no se dé cuenta de la realidad.
Por ejemplo, Nuevo León es el estado donde, no hay duda, que el gobernador apuesta a quitar del lenguaje cotidiano de la sociedad los términos secuestro y aumento.
Por un lado, escuchamos hace algunos días al vocero de Rodrigo Medina a Jorge Domene, que ante la muerte y privación de la libertad de un empresario de la zona citrícola, es cauteloso en que éste se contabilice como “asesinato”, pero nunca se cuente como un “secuestro”.
Tanto cuidado ha tenido, que hasta el uso de sus palabras suena ridículo cuando uno las pone en perspectiva. Cito textual:
“La muerte del empresario no fue una privación ilegal de la libertad, sino un homicidio, pues a éste le quitaron la vida antes de cortarle el dedo y solicitar rescate a la familia, por lo tanto es homicidio”.
Ah caray, aquí el orden de los factores si altera el producto.
Pareciera que la petición Presidencial y la urgencia por tener el semáforo del delito en verde es muy clara en cuanto a secuestros se refiere.
Por otro lado, los legisladores del PRI en Nuevo León cuidan sus palabras en el tema del aumento, o costo mayor del transporte público.
Escucharlos en entrevistas es verdaderamente revelador.
Desconozco que tan buenos sean para hablar en diariamente, pero para esconder las realidades son unas verdaderas joyas.
Veamos: Los diputados priístas dijeron que en la tarjeta Feria no había aumento alguno, sino un deslizamiento de 4 centavos por mes….
Además, dijeron que no había aumento en el transporte, si se utilizaba la tarjeta Feria, aunque existe una cantidad importante de camiones de la CROC que no están habilitados con el uso de esta tarjeta. Entonces ¿cómo se llama esto?
Y en el propio uso del lenguaje, algunos panistas no se quedan atrás….
Es decir, hablan como que fueran externos y nunca hubieran sido causa de lo que ahí acontece.
Me refiero en este caso, ni más ni menos, que a Fernando Elizondo, quien ha dicho desde hace tiempo estar decepcionado de Acción Nacional, tanto en lo local como en lo nacional.
Incluso, el señor habla de la posibilidad de buscar la gubernatura por la vía ciudadana.
Es curioso ver que un hombre con la inteligencia de Elizondo hable así, como que alguien, es decir un extraterrestre, vino y cambió al PAN y él no es corresponsable.
¿Será asi?…
Considero que hay motivos suficientes para pensar lo contrario.
Elizondo fue, ni más ni menos, que Secretario de Estado con Vicente Fox y además su esposa trabajó en la Fundación con la Señora Martha Sahagún.
Fue de alguna manera actor directo, o indirecto, de los buenos y malos resultados e imagen que su partido dio.
También de lo que se ha visto y se ha dicho en el PAN.
No hago responsable a Elizondo, pero sí pudo haber dicho, o hecho algo, para que el rumbo de las cosas cambiara en su partido, o en el propio gobierno en el que él participaba.
Dicho sea de paso, ni siquiera renunció o le pidió a su esposa que así lo hiciera, ante actos de corrupción de los hijos de la Señora Martha, ni de las dudas surgidas de la fundación que ésta presidía.
Pero efectivamente, el uso del lenguaje es maravilloso para poder no hacerse responsable de nada y crear un mundo de fantasía.
Mientras tanto, lo invito a que usted y yo creemos un mundo en el lenguaje y lo traduzcamos en acciones a favor de nosotros, de la sociedad, donde los ciudadanos digamos:
¡BASTA!…
Y construyamos juntos lo que SÍ queremos que ocurra, una realidad sin dobles lenguajes.