El peor de los castigos…

El que Barry Bonds, Sammy Sosa y Mark McGwire hayan sido con indiferencia olvidados por aquellos que eligen al Salón de la Fama de Grandes Ligas, es el menor de los castigos.

Las faltas cometidas por estos tres grandes beisbolistas hacen palidecer a las apuestas que enviciaron en su momento a Pete Rose y que también lo tienen marginado.

El Salón de la Fama es el Club de Toby

…Este Salón ha cometido grandes injusticias, la primera que se me viene a la mente es la de Fernando el “Toro” Valenzuela. 

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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El que Barry Bonds, Sammy Sosa y Mark McGwire hayan sido con indiferencia olvidados por aquellos que eligen al Salón de la Fama de Grandes Ligas, es el menor de los castigos.

Las faltas cometidas por estos tres grandes beisbolistas hacen palidecer a las apuestas que enviciaron en su momento a Pete Rose y que también lo tienen marginado.

El Salón de la Fama es el Club de Toby

…Este Salón ha cometido grandes injusticias, la primera que se me viene a la mente es la de Fernando el “Toro” Valenzuela. 

Sin embargo este es el menor de los castigos que van a recibir estos tramposos cuyas defensas han logrado esquivar el que tengan que enfrentar a la justicia por aquello del consumo y posesión de sustancias prohibidas.

Todos ellos, y una legión más detrás que se obligaron a sí mismos a medicarse y meterse sustancias con el afán de ser mejores haciendo trampa, hoy reciben el peor de los castigos.

El castigo social

Seguramente cuando Sammy Sosa, Mark McGwire o Barry Bonds llegan a un restaurante, habrá gente que se pare a saludarlos y se tome una fotografía con ellos. 

Estas fotos pueden ser históricas para estas personas que logran encontrarlos en la calle, porque los millones se los guardan, pero también es con el fin de esperar a que venga el castigo que alguna ocasión podría dárseles por haber hecho tantas trampas en el deporte, aparentemente, de sus amores, y entonces decir que tienen un fotografía con ellos antes de que se les considerara culpables.

El papelito rosa y los leguleyos…

Han sido en su defensa todos muy eficaces, han gastado muchísimo de sus millones que el beisbol en este caso les otorgó a cada uno de ellos.

Ya no estamos hablando de los récords extraordinarios tanto de Mark McGwire, Sammy Sosa y el propio Barry Bonds, que tuvieron que contratar a grandes abogados para evitar enfrentar a la justicia en forma directa. Ninguno de ellos y una legión detrás de ellos han logrado comprobar firmemente que están limpios de haber utilizado estas sustancias, porque a final de cuentas…Contra la naturaleza nadie puede

Si observamos fotografías de cualquiera de ellos tres cuando tenía 20 ó 22 años y las comparamos cuando tenían la madurez o su plenitud físico-atlética a los 27 años y después cuando estaban cerca de los 40 años, la naturaleza no miente.

Verlos más ponchados, más inflados, más “mameyes” para que me entiendan, es ir en contra la naturaleza. .

Esto que ellos no pueden justificar, los abogados han logrado hacerlo a base de trucos, componendas y recursos legaloides.

Todos ellos se saben culpables pero no lo pueden confesar, de ahí que el castigo que enfrentan ahora, ese castigo social sea la menor consecuencia que tendrían estos tramposos del beisbol de Grandes Ligas.

¿Y dónde queda Alex Rodríguez?

Hasta hace un par de años era considerado por muchos un seguro candidato al Salón de la Fama, que insisto, tiene muchos defectos, es discriminatorio, chocante, es un Club de Toby, pero a final de cuentas marca una pauta. 

Alex Rodríguez ha confesado que en algún momento de su carrera consumió anabólicos-esteroides, pero que ya no. 

El Comisionado del MLB y la Asociación Mundial de Antidopaje con sede en Estados Unidos, han encontrado evidencias de que Alex Rodríguez, junto con otros beisbolistas, consumieron estas sustancias y la mayoría de los otros nueve decidieron aceptar el castigo que el Comisionado les puso. 

Alex Rodríguez no, él puede darse el lujo que usted ponga, es el primer jugador que hace 15 años obtuvo un contrato que rompió las reglas del juego: 210 millones de dólares por 10 temporadas, que ya pasaron, luego la renovación de ese contrato.

Así que de millones Alex no se preocupa, ha contratado a los mejores abogados que han logrado esquivar esta situación, sin embargo le aseguro que la voluntad del Comisionado para limpiar este deporte nos traerá más temprano de lo que pensamos el castigo real para este hombre que a base de recursos legales y de mucho dinero ha logrado esquivar.

Son los tramposos que ensucian el deporte

En el caso de los beisbolistas es puntual, sumaría a esta lista a José Canseco, este cubano-americano que en su momento hizo aquel tándem extraordinario con los Atléticos de Oakland, con el propio Mark McGwire. Rivalizaban en hits, jonrones y carreras producidas. 

José Canseco no tuvo la inteligencia ni la paciencia de Mark McGwire y acabó reventando, casi desinflándose como un globo, si tomamos en cuenta también su enfermedad por los anabólicos-esteroides y tuvo que hacerse a un lado. 

Todavía quiso jugar aquí en México con los Tigres, que afortunadamente no lo aceptaron hace un par de años, y José Canseco fue tan traidor, tan bajo, que terminó por escribir un libro con confidencias muy personales de varios atletas a los que inmiscuyó en el consumo de anabólicos-esteroides solo por vender algunos libros.

Esa es la bajeza de algunos de estos jugadores.

El castigo social…

Es para mí sin duda el peor de los castigos, porque no solamente afectará a cada uno de estos beisbolistas como lo está haciendo ahora, en donde podemos hablar de grandes hazañas del beisbol y voltear a verlos y decir éste es un cínico y un tramposo.

Insisto, consumir anabólicos-esteroides no te da de la noche a la mañana la capacidad para pegar esos batazos, hay que entrenar muy duro, hay que pulir las facultades, tener una gran condición, solamente que con los anabólicos-esteroides se ayudan. Y esa es la trampa.

Pete Rose de queda chuiquito

Es el más castigado de los beisbolistas de toda la historia, después de aquellos Medias Negras del beisbol de principio de siglo, que fueron expulsados de por vida cuando se encontró que habían vendido un partido de Serie Mundial a los apostadores.

Pete Rose apostaba en el beisbol, aunque nunca se comprobó que lo hiciera contra su propio equipo, los Rojos de Cincinnati, creo que ha sido el más grande beisbolista en los últimos 50 años.

Este hombre dominó todas las posiciones, fue líder en su equipo, como mánager fue extraordinario, hasta que apareció su vicio por las apuestas en su propio deporte y el beisbol no lo perdona. 

Así las cosas pues, los castigos a Sammy Sosa, Mark McGwire y a Barry Bonds no se han presentado y probablemente no se presenten por parte del beisbol de Grandes Ligas, y a Pete Rose para mí en lo particular le han cargado todos los milagros. 

Ya es tiempo que el beisbol ponga a cada quien en su lugar, y así como el Comisionado se ajusta el cinturón en el caso de Alex Rodríguez, que lo haga puntualmente en los récords de estos tres tramposos del beisbol que con enormes facultades sobre desarrolladas por los anabólicos-esteroides hicieron trampa y que de alguna manera ya se le permita el regreso al más grande de los beisbolistas, Pete Rose, pero este es otro tema.…Así de fácil.

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