El triunfo de Trump
Ahora sí los políticos mexicanos pueden adoptar el comportamiento de una de las sustancias más inestables del planeta: ya pueden temblar como gelatina.
El triunfo ayer de Donald Trump lo ubica ya como un presidenciable imparable en la carrera por controlar a la nación más poderosa del mundo.
Redes de PoderAhora sí los políticos mexicanos pueden adoptar el comportamiento de una de las sustancias más inestables del planeta: ya pueden temblar como gelatina.
El triunfo ayer de Donald Trump lo ubica ya como un presidenciable imparable en la carrera por controlar a la nación más poderosa del mundo.
El hecho de que México y los mexicanos seamos ubicados como uno de sus villanos favoritos –tiene varios– podría costarle más que un enojo a las autoridades mexicanas. Cosa de imaginar qué pasará en el país cuando empiecen a cundir las deportaciones y deje de llegar a México el dinero de las remesas –principal fuente de ingresos del país– o en qué trabajarán todos los paisanos que vuelvan a su patria. Por eso, nos atrevemos a decir que, si bien no lo han hecho público, muchos políticos y gobernantes mexicanos ya se están encomendando a todos los santos para evitar que Trump venga a empeorar la situación de México.
Cuenta regresiva
Tic tac, tic tac. Así nos aseguran que suenan los relojes en la clase política de Nuevo León, pues es cuestión de tiempo para que estalle la bomba prometida en contra del exgobernador Rodrigo Medina y su familia. Principalmente para su padre, Humberto Medina Ainslie, y su hermano Alejandro, que es quien vive en San Antonio, Texas, y es un próspero desarrollador de vivienda que creció al mismo tiempo que transcurría la administración de su joven hermano. Así que lo que muchos regios esperaban está por verse.
Aristóteles da el sí
El gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, dio el sí a la despenalización de la mariguana. Es el primer mandatario priista en abiertamente apoyar esta medida. En el foro realizado ayer en la entidad que gobierna Aristóteles fue donde dijo que lo mejor es que la distribución, producción y venta sean controladas por el estado. ¿A ver cómo lo toman sus compañeros priistas? Porque abrir las cartas en este momento del juego quizás sea contraproducente. Esperemos.