El último de su especie
Se va el último de su especie. Cuauhtémoc Blanco, el último gran ídolo de nuestro deporte, ojalá pronto surjan más pero no se ve en el camino y en el derrotero de ninguna especialidad de ningún deporte la madera de ídolo, el jalón, la naturaleza ganadora que trae Blanco en sus genes.
Alfredo Domínguez MuroSe va el último de su especie. Cuauhtémoc Blanco, el último gran ídolo de nuestro deporte, ojalá pronto surjan más pero no se ve en el camino y en el derrotero de ninguna especialidad de ningún deporte la madera de ídolo, el jalón, la naturaleza ganadora que trae Blanco en sus genes.
¿Quién es el último ídolo real del futbol mexicano antes de Cuauhtémoc? Yo recuerdo a Enrique Borja en los años setentas y párele de contar. Quizá antes de Enrique Borja, Chava Reyes pero nunca con el jalón y arrastre que tuvo Enrique, que además es superado por el jalón y arrastre de Cuauhtémoc Blanco.
En otros deportes, ¿cuál es el último de los grandes ídolos del deporte mexicano? Julio César Chávez, definitivo. En el boxeo, no hay alguien que haya sido más ídolo que Julio César o que haya estado a la par. Mi papá me platicaba del “Ratón” Macías, yo no tuve oportunidad de verlo. Salvador Sánchez creó leyenda pero murió muy joven, pero Julio César Chávez ese era un auténtico ídolo. El “Púas” Olivares fue un fuera de este mundo.
¿Qué se necesita para ser un ídolo?
De entrada ser un ganador con el que nos podamos identificar, y ser parte de la idiosincrasia de nuestro país en forma natural, porque sabemos de sobra que eso no se inventa.
Por ahí dirán que Hugo Sánchez, pero Hugo no fue ídolo del deporte mexicano. Fue un grande que tuvo una gran carrera, no un ídolo que pudo sumar una gran carrera y grandes facultades. Como decía Leo Benhacker del “Cuah”: “uno de los cinco grandes que yo dirigí”, y mira que Beenhakker dirigió a grandes.
Pero se necesita juntar las dos cosas, como el campeonísimo Chávez y su madera de ídolo, el gran Cuauhtémoc Blanco y su madera de ídolo, el “Púas” Olivares, y Enrique Borja.
Se va el último de los grandes ídolos del deporte mexicano, y nos urge que aparezcan otros.