No soy ni pretendo ser adivino, mucho menos especulador o presumir que tengo una bola de cristal para predecir el futuro, nada de eso, pero en este caso, sí que se justifica el suponer que la ausencia de Cristiano Ronaldo en el juego de ayer por lesión, pesa y en serio.
Ser junto con Lionel Messi uno de los dos mandones de nuestro tiempo, es mucho más que un cartel de mercadotecnia, es una realidad.
Meter al joven canterano Lucas Vázquez fue una obligada medida de ajuste táctico para el técnico Zinedine Zidane, en la que por supuesto no lo mandó al matadero, dejando en la banca a Jesé y a Isco, ambos con un palmarés y peso específico mayor al del joven Lucas.
De cualquier manera, los zapatos de Cristiano Ronaldo pesan mucho y con su ausencia en la cancha…
Crece más su leyenda…
Y de paso su peso específico como el líder del vestuario y de la cancha del Real.
La “Leyenda de Cristiano Ronaldo” se agiganta a medida que el juego de ida contra el Manchester City Se trababa en esa media cancha de tanto desgaste y tanta pelea futbolera. No hubo en ninguno de los dos lados un jugador que desequilibrara o un genio que encontrara la jugada mágica para romper el empate sordo y hasta de pocas emociones.
¿ Y si hubiera jugado?
Este es el factor que entrega al llamado CR7, el triunfo indiscutido de este “0-0… A favor de Cristiano”.
Las especulaciones, suposiciones y adivinanzas fueron creciendo de forma exponencial a medida que el ataque del Real se veía incapaz, ya no solo de hacer un gol, sino de provocar jugadas de peligro, estas fueron contadas, una genialidad de Gareth Bale que pone con la cabeza un servicio de oro a ¡Pepe! que, mostrando su lado “tronco”, chuta como soldado en pelotón de fusilamiento al bulto, a la humanidad del arquero del “City”, el gigantón Joe Hart mostrando las razones por las que es defensa y no delantero.
Solo CR7 fue el ganador
Por ahí un remate del propio Bale, una o dos llegadas del City y paramos de contar. No hubo nadie que asumiera ese papel de líder y genio tan importante en este tipo de juegos tan cerrados, ¿pudo ser Cristiano?… ni ustedes ni yo lo sabemos, pero nada más cercano a la verdad que asegurar que se le extrañó y en serio, haciendo crecer no su palmarés, que ya de por sí es brillante, este solo crece jugando, sino su leyenda, esa que sumada a su historia lo colocan en la cima del futbol de esta época, y que sin duda ya le fabricaron el nicho allá en el “Olimpo de los dioses del Estadio”.
Así las cosas pues, en este 0-0 tan poco espectacular y muy trabado, sin un factor de desequilibrio que hubiera roto esa inercia como para ser un juego de Semifinales de Champions, hubo un ganador allá en la tribuna, Cristiano Ronaldo… Así de fácil.
