En México, como bien lo decía mi querido tocayo Mario Moreno Cantinflas, nunca pasa nada, hasta que pasa y cuando pasa, todos decimos, pos claro, tenía que pasar… Lo anterior viene al cuento porque las voces dolorosas que han clamado Justicia, justicia, justicia, pocas veces se han escuchado y respetado en la historia de México. Vivimos en el país de la impunidad, impunidad que puede volver a despertar al México bronco. ¡Cuidado!
Se fugó “El Chapo” Guzmán de una cárcel mexicana de alta seguridad durante el gobierno de la señora Fox y no pasó nada… Este siniestro personaje continuó envenenando a la sociedad. Los “maestros” toman las calles, paralizan ciudades, queman camiones, secuestran exámenes impidiendo la calificación de los estudiantes, se oponen al Estado de derecho y no pasa nada, como tampoco detienen a los asesinos de las mujeres de Juárez ni se pescan a los famosos “peces gordos” que prometió encarcelar el esposo de la señora Fox, ni se priva de la libertad a los ex gobernadores priistas, ostentosos delincuentes de puño de acero y cuello blanco, ni se toma acción alguna en contra de los panistas que se robaron mil millones de pesos de la Estela de Luz, un monumento, por lo menos estúpido para recordar los 200 años de la independencia. Ahí están los ediles perredistas que cometieron enormes peculados y son protegidos por los bejaranos, en tanto AMLO recauda 6 millones de dólares, colecta que él “ignoraba”, como ignora todo aquello que pudiera perjudicarle y, sin embargo, no larga de su campaña a los responsables de la recaudación ilícita ni demuestra ante la autoridad el origen del financiamiento del fideicomiso “Honestidad Valiente” que llegó a poseer más de mil millones de pesos y sigue sin pasar nada…
Nunca se aplicó la justicia para castigar a los criminales por omisión del asesinato culposo de 49 niños de la Guardería ABC, que murieron incinerados. ¿Castigar…? ¿Qué quiere decir castigar? “En México sólo se castiga a los pobres y a los pendejos”, decía Álvaro Obregón. Ahí están los obispos y los arzobispos de Oaxaca que protegen a sacerdotes pederastas violadores de cuando menos 50 chamacos indígenas y que su “castigo” fue la reubicación de estos “malos hombres de Dios” en otras diócesis para que pudieran seguir ultrajando a menores. ¿Cuando se ha visto tras de las rejas a un cura pederasta? ¿Hasta cuando la sociedad tolerará estos ataques en contra de su integridad?
Pero hay más: los generales, los altos cargos del ejército mexicano que fueron arraigados sin explicación alguna a la nación. Este conflicto político-militar de consecuencias imprevisibles al estar hablando de la altísima jerarquía de las fuerzas armadas, ¿no merece una explicación de cara al electorado? ¿No pasa nada…? ¿No…? ¿Y los incendios del equipo de transporte de carga de Sabritas? ¿Tampoco pasa nada cuando las alarmantes noticias relativas a ataques a empresas transnacionales van a dar a las primeras páginas de los diarios del mundo que nos señalan como un país inseguro para invertir sus capitales?
Tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe… Pos sí, claro, tenía que pasar…
PD: ¿Y usted, señor López Obrador, ya firmó ante el CCE su compromiso de no incendiar al país si no gana las elecciones? ¿Por qué será que de los 3 candidatos sólo a usted le piden dar garantías por escrito y sin embargo, todavía no firma…? ¿Eh…?