Ya sabemos quién es el próximo presidente de México, según la tele. Sin embargo, la verdad de la red es otra, es al revés. Elección 2012: enchufe versus conexión.
Por lo que se palpa y percibe más allá de los cinco sentidos, en el terreno de la inspiración, los mayas ancestrales podrían estar en lo cierto: estamos viviendo el año donde la posibilidad de lograr un punto de quiebre histórico es real.
Desde esta perspectiva, México es un volcán de luz a punto de hacer erupción.
Estamos justo en medio de una revuelta -íntima, silenciosa y pacífica- que está siendo provocada por la caída de un viejo sistema de creencias, y por el nacimiento, a la par, de una nueva manera de ver las cosas.
Nos estamos desenchufando de la razón impuesta por fuera, para conectarnos a la verdad que compartimos por dentro. Las creencias ajenas agotan su fuerza y pierden el control, en la medida que las creaciones propias toman poder y ganan certeza.
Son tiempos confusos y revueltos: morir es nacer de otra manera. La paradoja de la vida. El cambio de paradigma, lo que se va, sucede en la superficie al mismo tiempo que, como una larga disolvencia de cine, un gran cambio de mirada, lo que viene, está sucediendo en las profundidades de una buena mayoría. Es una revuelta en la forma de ver las cosas que transforma la realidad vieja, en un nuevo mundo.
Lo viejo se muere al momento que lo nuevo nace. Punto de quiebre, y punto de sincronía.
La visión original del soñado nuevo mundo fue concebida, hace siglos, por nuestros ancestros.
A nosotros nos toca ser el parto de luz. El sueño original dice que aquí, en esta tierra sagrada, habría de nacer la nueva mirada del ser humano, la visión del águila 360 grados, ahora en estos tiempos. (Don José Vasconcelos la de nió como la raza cósmica).
Quizá por ello, todos los sueños falsos basados en el egoísmo se están derrumbando. En realidad, son pesadillas fabricadas por la avaricia de unos cuantos, y que fueron propagadas, e inculcadas entre todos, a través del miedo.
Todos los sistemas de control basados en el miedo, sueños falsos, se derrumban al momento que el sueño original despierta.
Se le está apagando el brillo a la razón autoritaria mientras que la red invisible de un solo corazón hace cada vez más visible su luminosidad.
A la razón, igual que a la tele, nos enchufan; al corazón en cambio, mismo que a la red del internet, nos conectamos. En una somos pasivos, obedeciendo los mandatos que se transmiten; en la red somos 100% interactivos, uno elige la experiencia.
La tele-razón representa el fin del mundo de la competencia, carencia; la red de un solo corazón inaugura el nuevo mundo del compartir, abundancia.
La razón la tengo yo versus la verdad somos todos.
Estar enchufados es vivir separados los unos de los otros, divididos por la dualidad de la razón impuesta: izquierda versus derecha, buenos versus malos, víctimas versus culpables.
Cuando nos enfocamos en las diferencias, la vida es una lucha a muerte. La paz se logra sólo cuando logramos unir, conectar, nuestros opuestos. Enfocarnos en lo que nos une es dar a luz una nueva mirada. La conciliación produce armonía.
La elección en México 2012: ¿seguir enchufados a la razón conservadora o conectarnos al poder transformador del corazón? ¿continuar divididos en la oscuridad o unirnos para dar a luz? ¿tele o red? ¿ spots o latidos? ¿encuestas o certidumbres? ¿guerra o humanismo? ¿partidos o unidos? ¿deber o ser?
La respuesta está en el aire, es decir, la posibilidad de hacer realidad el sueño original existe.
Si uno lo cree, entre todos lo podemos crear. La razón nos pide que nos rindamos a sus designios, el corazón que creamos en nuestros latidos comunes.
¿Enchufe o conexión?