http://youtu.be/v1DFB08-PXo
Intereses económicos por delante…
Con varios días de anticipación, el Servicio Meteorológico de Japón advirtió a los organizadores del Gran Premio de la llegada y consecuencias del tifón Phanone.
Hubo sugerencias y presiones por muchos, desde el propio Servicio Meteorológico, varias escuderías, muchos pilotos, hasta la propia FIA (Federación Internacional de Automovilismo) para modificar el horario, acomodándolo a las horas en que no llegara aún la tormenta que se avecinaba o, en todo caso, ajustarse a la parte más benigna antes de desatarse totalmente.
El horario previsto de arrancar a las 15 horas locales se mantuvo por parte de los organizadores a pesar de todas estas sugerencias, había propuestas concretas, iniciar a las 11 horas locales, cuatro horas antes de lo previsto o incluso a las 13 horas, ya que los partes meteorológicos señalaban que si bien llegaría la lluvia, no sería la gran tormenta esperada para el atardecer.
Nada los movió, seguramente el organizador, la empresa japonesa Mobilityland, filial de la poderosa HONDA, consultó con abogados y empresas televisoras que transmitirían el evento en directo, es sabido que las penas por no transmitir un Gran Premio son millonarias, ante la negativa de la televisión, la empresa organizadora consulta la carta meteorológica y decide lanzar la carrera en su horario estelar.
Se adelanta el atardecer
Por si fueras poco, el atardecer del domingo en Suzuka, una pequeña población de cerca de 200 mil habitantes, sede la de planta japonesa de HONDA, he tenido la fortuna de asistir ahí en tres ocasiones, son varias poblaciones cercanas que rodean una pequeña bahía, el tren bala es una excelente opción con estaciones cercanas y trasbordos, se calcula que unos 300 mil vistantes acuden ese fin de semana, el hospedaje es también problemático, así que la mayoría acuden via tren o carretera desde ciudades cercanas en un radio aproximado de 150 kilómetros.
El atardecer estaba previsto para las 17:22 unos 40 minutos después del final del Gran Premio, calculados incluso con tolerancia en condiciones normales o quizá con algo de lluvia, pero nunca con estas condiciones que, por lo cerrado de la tormenta, el cielo fuertemente nublado impidió un atardecer normal, dándose condiciones extremas de poca visibilidad por la tormenta y la lluvia hacia el final del evento.
Confusión y choque…
Hacia el final de la carrera en esas condiciones extremas, Adrián Sutil y su SAUBER se estrellan sin consecuencias contra la barda protectora al seguirse de largo en una curva. Era la vuelta 43, con los incidentes y los autos rodando a menor velocidad por la lluvia en ese momento, estábamos a unos 7 minutos de que cumplieran las dos horas reglamentarias.
Llovía intensamente, el Marussia de BIANCHI había pasado por la zona segundos antes, no se percató del accidente, no le avisaron, los comisarios sacan banderas amarillas de precaución pero nada más, el auto insignia se tarda en salir, no lo envían, los autos bajan velocidad, la grúa -tractor entra al costado de la pista a sacar el Sauber cuando pasa BIANCHI en su Marussia sufriendo el mismo despiste en el mismo lugar que SUTIL, solo que esta vez se encontraba la grúa – tractor que es impactada a mas de 150 k.p.h.
Golpazo brutal que incluso hace saltar a la grúa de muchas toneladas, es entonces que salen el auto insignia para aminorar a la caravana de autos y el auto del médico en jefe, error de gran envergadura , siempre que hay una grúa, aunque sea una ligera, entra el auto insignia para aminorar sensiblemente el paso de los autos, se impiden rebases, se conservan puestos, se reagrupa el convoy hasta que el incidente se resuelva, hemos visto innumerables ocasiones la entrada del auto insignia por situaciones mucho menos riesgosas.
Errores en cadena
La probabilidad que dos autos se impacten en la misma curva, en vueltas consecutivas, es muy pequeña, tomando en cuenta las medidas de precaución y avisos a los pilotos via sus radios o con las banderas de los oficiales.
Aquí con la tormenta era casi imposible ver las banderas amarillas, al no salir el auto insignia los pilotos siguen rodando concentrados en su carrera.
BIANCHI se debate entre la vida y la muerte, no me cabe en la cabeza esta serie de estupideces que comienzan con los organizadores, no solo por lanzar el Gran Premio que se podía incluso cancelar o posponer un día, sino por hacerlo en esas condiciones de riesgo sin escuchar a los que solicitaban adelantarlo un par de horas, lo que hubiera significado lluvia solo al final del evento.
Los intereses económicos y de la televisión, la rigidez de los criterios obligan a lanzar la carrera y ya en plena tormenta la indecisión de los oficiales que determinaron no ordenar la salida del auto insignia al choque de Sutil, y después al permitir a la grúa interponerse con la barda de seguridad sin el auto insignia son errores estúpidos que tienen a Bianchi al borde de la muerte.
¡Ciao Andrea!
Y hablando de errores estúpidos, el accidente en que encuentra la muerte el expiloto de F1, ANDREA DE CESARIS, es también una tragedia inexplicable.
A lo largo de sus 14 años en la F1, de 1980 a 1994, disputó 208 Grandes Premios. Era un piloto promedio, pero lo suficientemente bueno para mantener esa larga carrera en la máxima categoría.
ALFA ROMEO, Mc LAREN, LIGIER, TYRRELL y SAUBER fueron algunas de las 10 escuderías en las que buscó fortuna sin resultados espectaculares.
El domingo en el Grande RACCORDO ANGULARE, algo así como el Periférico de Roma, Andrea de 55 años de edad, perdió el control de su poderosa Suzuka 600 que conducía a alta velocidad, estrellándose en el riel protector, el impacto fue brutal, perdiendo la vida al instante… Así de fácil.