Nos enseñaron a hablar, pero no nos enseñaron a serle fiel a nuestras palabras ni a distinguir el significado detrás de cada una de ellas.
Tampoco nos enseñaron que la mente no entiende de bromas y que las palabras que dices a los demás o a ti mismo son decretos que tienen el poder de cambiar el mundo.
Miguel Ruiz en su libro “Los cuatro acuerdos” dice que las palabras constituyen el poder que tienes para crear. Tu intención se pone de manifiesto a través de las palabras, pero pueden crear el sueño más bello o destruir todo lo que te rodea.
Tengo una amiga que continuamente repite frases como: no traigo nada en el morral, estoy jodidísima, siempre salgo fea en las fotos, tengo una suerte de perro, estoy gorda, estoy harta de trabajar, todo el tiempo me siento cansada, etc.
Si la vieran no me creerían que estoy hablando de ella. Es la persona más simpática, es la mejor compañía, tiene un cuerpazo, trabaja en un lugar que le permite viajar por todo el mundo, es independiente, trae un carrazo, nunca le falta con quien salir, pero su resultado es estar soltera deseando no estarlo.
Nunca pensamos en las consecuencias de nuestros decretos, hasta que pasan los años y tus deseos son órdenes. Tu vida es un caos, pero se te olvidó la cantidad de veces que te dijiste cosas negativas y ahora eres tú quien las vive.
Si todo el tiempo estás hablándote a ti mismo en forma negativa es imposible que puedas ver y atraer todo lo bueno a tu vida, aún y cuando lo tengas.
Por otro lado la frase “como te ves te ven” es completamente cierta, tan cierta que no me dejarán mentir si les digo que hay muchas mujeres bonitas que se sienten feas y nadie las voltea a ver, como hay otras no muy agraciadas que se sienten atractivas y les llueven pretendientes.
Conociendo el significado de las palabras puedes mejorar muchos aspectos de tu vida, te comparto algunos ejemplos.
La palabra “ayudar” es ver a los demás pequeñitos, como si no tuvieran la capacidad de lograr algo por su propia cuenta, cámbiala por la palabra “apoyar”. Creyendo en la capacidad de otros es como les damos la confianza para hacer las cosas por sí solos. Te sorprenderás con los resultados.
Decir “Tengo que” significa obligación, mejor usa la palabra “decido”. Decidir es una elección, te fortalece y te hace responsable de tus actos. Es muy diferente levantarte y decir “tengo que ir a trabajar” a “decido ir a trabajar”, cuando hacemos las cosas por decisión propia y no por obligación, somos más felices.
“Necesito” es una palabra desde una plataforma de carencia, en cambio “requiero” es dedicarte conscientemente en algo o en alguien. La realidad es que ya tenemos todo lo necesario para ser felices, entonces quitando la palabra necesidad de nuestra mente nos hará sentirnos en abundancia.
Ser responsable de tus propias palabras te hace una persona madura y te da credibilidad ante los demás.
Como dicen por ahí: Para conocerte “No necesito escuchar las palabras de quienes hablan de tí sino escuchar las palabras con las que tú hablas de los demás”. Por eso te invito a SER tu palabra, a elegir expresar el amor a través de ellas y a SER responsable de lo que dices.
Si eres impecable en tus palabras contarás con atributos como: seguridad, credibilidad, autenticidad, integridad, armonía y felicidad.
Y tú, ¿qué te dices a ti mismo?
Annette Manautou
@annettemr