Está en chino

La Fórmula Uno reconoce, en un eficaz ejercicio de autocrítica mercadológica, que sus fans van apagando los televisores en todo el planeta ante carreras muy predecibles y aburridas hasta la pared de enfrente, en donde se inventan trampas y sortilegios, metiéndolos en el propio reglamento para intentar, muchas veces sin éxito, hacer más atractivo el espectáculo que debería de ir mucho más allá que ver hermosos autos veloces completar vueltas como en fila india.

Llantas y combustible

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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Por muchos años han tratado, sin éxito, hacer más interesantes las carreras, obligando a todos a detenerse en la zona de pits

La Fórmula Uno reconoce, en un eficaz ejercicio de autocrítica mercadológica, que sus fans van apagando los televisores en todo el planeta ante carreras muy predecibles y aburridas hasta la pared de enfrente, en donde se inventan trampas y sortilegios, metiéndolos en el propio reglamento para intentar, muchas veces sin éxito, hacer más atractivo el espectáculo que debería de ir mucho más allá que ver hermosos autos veloces completar vueltas como en fila india.

Llantas y combustible

Por muchos años han tratado, sin éxito, de hacer más interesante las carreras obligando a todos, incluidos los punteros predecibles, a detenerse en la zona de pits esperando que ahí “pase algo” que detenga a algunos autos para que otros los alcancen y hasta los rebasen.

Ya no se permite el reabastecimiento de combustible, pero sí se obliga a utilizar neumáticos de varios compuestos, convirtiendo las carreras de coches en juegos de ajedrez con estrategias de todos calibres. Tampoco ha sido la solución.

Robots a bordo

La telemetría que proporciona lecturas y ajustes de todo lo que ocurre en el auto convierte también a las máquinas sumar un factor más importante que los pilotos que los conducen. Incluso los pilotos de las últimas generaciones padecen cuando les cortan a propósito o no algunos de estos elementos. Tampoco ha sido la solución.

Los gringos

La F1 se ufana en ser la Máxima Categoría, lo es de hecho, solo que en espectáculo de monoplazas la Indy se lo lleva de calle con autos muy parejos, telemetría limitada, combustible sin restricción y las bases del automovilismo, un buen coche conducido por un buen piloto y de ahí para arriba en donde la capacidad del piloto tiene más peso específico que en la F1, y por ende más espectáculo si es que esto es lo que se busca.

La clasificación

La F1 tiene dos días entre ensayos y clasificación para la arrancada como parte de los tres días del “show” de la máxima categoría. En los últimos años estos dos días han ido convirtiéndose en sesiones cada vez más aburridas cuando los grandulones dan un par de vueltas, ponen su tiempo en cada una de las tres sesiones calificadas y a dormir.

Los cerebros de la F1 inventaron un sistema de ir eliminando cada minuto y medio a los más lentos hasta que se quedaran los dos mejores en carrera parejera, resultado un fracaso soporífero al que hoy dan marcha atrás dejando el menos malo de los dos, el anterior que veremos ahora en China.

La solución

Si fuera fácil cualquiera lo haría, la F1 se ha convertido desde hace muchos años en un dominio predecible y absoluto de una o dos escuderías lo que ha restado el interés general en el planeta. No el de nosotros los fanáticos sino del público que cuenta, el que hace números millonarios, el de los aficionados que van desde los interesados hasta los ocasionales.

Estos son los que hoy se han ido alejando de uno de los espectáculos más caros del planeta, la F1 no acepta regresar a las bases, la competencia de los mejores autos de las mejores escuderías con los mejores pilotos en condiciones más parejas, menos sofisticadas, devolviendo al factor piloto la importancia que hoy no tiene y con esto el regreso de la pasión y emoción que quizá sentimos en los autódromos pero que la TV, a pesar de sus extraordinarios recursos con tomas impresionantes, no nos transmite.

En chino

Es una paradoja que esta reflexión solo nos permite concluir a que, con tantos intereses en juego, la solución y el regreso a las bases está en chino, o sea, que se dé justo cuando la F1 comienza a rectificar previo al Gran Premio de China.

Así de fácil.

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