¿Fin de los ridículos?
Del Cruz Azul - Toluca que se juega esta noche saldrá el Campeón de Concacaf, “nuestra región 4” que dominamos desde hace años.
Solo que mi deseo único para esta noche no es la cursilería aquella de “que gane el mejor”, sino que gane el que esté dispuesto a jugársela en su plan de trabajo de la próxima temporada, con la mira puesta en el Mundial de Clubes para poner fin a la triste racha de los ridículos que han hecho Monterrey y Pachuca ( 3 veces cada uno), América y hasta el Atlante, tan acostumbrado a eso de los papelones.
Alfredo Domínguez MuroDel Cruz Azul – Toluca que se juega esta noche saldrá el Campeón de Concacaf, “nuestra región 4” que dominamos desde hace años.
Solo que mi deseo único para esta noche no es la cursilería aquella de “que gane el mejor”, sino que gane el que esté dispuesto a jugársela en su plan de trabajo de la próxima temporada, con la mira puesta en el Mundial de Clubes para poner fin a la triste racha de los ridículos que han hecho Monterrey y Pachuca ( 3 veces cada uno), América y hasta el Atlante, tan acostumbrado a eso de los papelones.
Nuestros equipos han viajado con mentalidad turística, muchos souvenirs, regalitos para las princesas, buen viático, lente oscuro para las fotos emblemáticas, sonrisas relajadas tipo turista despistado, que no pueden tapar los humillantes papelones que hemos hecho en el Mundial de Clubes.
¿Cuál nos conviene?
Esta noche en el “Nemesio Díez” de la capital mexiquense, mejor conocido “La Bombonera” de Toluca, los locales y la Máquina de Cruz Azul se enfrentan a nocaut directo por el título de Concacaf y con esto el pase directo, viáticos incluídos, al Mundial de Clubes.
La pregunta que debemos hacernos como futbol mexicano no es cuál equipo tiene más afición o más adeptos o está jugando mejor ahorita, sino cuál pondrá sobre la mesa del diseño de su próxima temporada este Mundial como prioridad directa.
Si ya nos hemos hecho del dominio absoluto de este título de clubes de nuestra “región cuatro” ya es tiempo que los equipos mexicanos que alzan esa Concacaf-Copa se metan en serio a la dinámica de trascender en el torneo mundialista, que si bien no ha alcanzado jerarquía divina, sí en cambio es una excelente oportunidad para subir un escalón más, que como en su momento se dio con la Libertadores, nos acerque al privilegiado mundo de los ganadores, no solo por el nombre y prestigio del equipo que nos represente sino por el del futbol mexicano.
Conste, con esto no seremos del nivel de Barça, o del Real, o del Bayern, pero sí en cambio ganaremos ese prestigio, esa seguridad con la que los grandes juegan sus torneos.
Rectifican estupidez
Por ahí la siempre voluble Concacaf decide dar marcha atrás a la disparatada medida tomada por su Comité de Disciplina, si es que existe, de meterle tres juegos de castigo a nuestro portero nacional José de Jesús Corona, que visiblemente no se enganchó ante las provocaciones arteras de jugadores y técnico de Xolos en el juego semifinal.
Los de Tijuana se lo quisieron llevar entre las patas como aquél machote de película de quinto mundo que decide matar a la chava “si no es mía no es de nadie”, Concacaf da marcha atrás aunque tamaña estupidez queda ahí para el anecdotario.
¡Concacaf es nuestra!
Podría ser el grito de guerra de Justino Compeán así como es, copetudo y sin despeinarse el mandamás de nuestra Femexfut debe estar más que feliz hoy por la noche.
Nuestros equipos han ganado los nueve últimos torneos en fila y 11 de los últimos 13, faltaría solo que el Tri honrara este dominio avasallador, que nuestros equipos no aflojen menospreciando el torneo de Concacaf que, aunque parece contradictorio, cada día es más complicado con el crecimiento natural de los clubes de la MLS de Estados Unidos y los tropezones que de cuando en cuando nos pegan los de Centroamérica.
Así las cosas pues, hoy habrá un partidazo en el “Nemesio Diez”, nombrado así por Don Nemesio, alma absoluta del Toluca, padre de Don Valentin Díez Morodo, que ha sabido no solo honrar la memoria de su padre en el “fut” y más allá, sino acrecentar los activos, y el Cruz Azul, que seguramente honrará también a “SU” Grande, Don Guillermo Álvarez, inolvidable fundador y alma de la Máquina, padre de Billy, hoy por hoy exitoso mandamás de Cruz Azul.
Me quedo con la reflexión del inicio de este espacio, mi deseo es que quién alce la Copa no se conforme con los viáticos y el viaje al Mundial de Clubes del que todos, sí, todos nuestros equipos, han regresado cargados de souvenirs, fotos y un fracaso escandaloso.