El conflicto legal entre el Ejecutivo y el Congreso por la selección de fiscales del Sistema Estatal Anticorrupción seguramente será resuelto en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, una vez que el gobernador interino presente su controversia constitucional.
Pero antes la batalla legal se libra en el Poder Judicial de la Federación.
El día de ayer un Juzgado de Distrito negó la suspensión solicitada por Omar Sergio Garza Guerra, quien solicitó un amparo para frenar la designación del Fiscal General del Estado.
No sabemos el interés de Garza Guerra en el tema, pero en los pasillos del Poder Judicial de la Federación se dice que representa los intereses del Estado.
El día de hoy otro Juez de Distrito resolverá otro amparo, que interpuso Guadalupe Saldaña, para evitar que el Ejecutivo frene el proceso de selección de fiscales.
En los próximos días también se espera que los integrantes de la terna que propuso el gobernador interino Manuel González –desechada ayer por el Congreso- presenten sus amparos como perjudicados por la decisión de los diputados.
Procurador para la Secretaría de Seguridad
El gobernador interino Manuel González ya le está buscando nuevo cargo al procurador Bernardo González, luego de que este no quedó en la terna para ser Fiscal General del Estado.
Este revés parece que no significará el fin de la carrera política de González, porque el mandatario está considerándolo designar como nuevo secretario de Seguridad del Estado.
El plan es aprovechar la experiencia del procurador en el tema de la seguridad pero ahora despachando desde el cuartel de la avenida Félix U. Gómez.
No hay que olvidar que González ya estuvo en la Secretaría de Seguridad como jefe de la unidad de inteligencia en los tiempos del general Cuauhtémoc Antúnez.
El único problema para el gobernador será cómo darle las gracias a Arturo González, que si algo ha dejado claro tras un año en el cargo es que simplemente no ha podido con el reto.
Vagón rosa
En Nuevo León se celebrará hoy el Día Internacional de la Mujer con diferentes eventos pero principalmente con la puesta en marcha del “vagón rosa” en el Metro regiomontano.
Desde hace tiempo en la Ciudad de México tanto en el Metro como en el Metrobús funciona con éxito este programa que busca proteger a las mujeres de situaciones de acoso y violencia en el transporte.
Es cierto: lo ideal es que no existieran este tipo de programas y que las mujeres no estuvieran en riesgo cuando utilizan el transporte.
Pero la dolorosa realidad que existe es que no es así.
Por lo pronto bienvenido cualquier iniciativa que ayude a las mujeres a sentirse menos vulnerables.