Estos gringos son de miedo, resulta que allá en Estados Unidos, los cerebros del FBI–division fraudes y cochupos, se preguntan cómo es que no hay mexicanos metidos en el cochinero FIFA, poniéndose a investigar con lupas y microscopios hasta las cuentas del servi bar de los hoteles en donde se hospedaron nuestros directivos de la Femexfut de ayer y de hoy.
Por ahí se especula con algunos nombres, “Memo” Cañedo Jr. y Alberto De La Torre, que suenan como canción de moda en rocola antigua, Justino y Decio por default, todos ellos no tendrían nada que temer…
Si es que están limpios…
Porque en este juego de la danza de los millones en cochupos, la cadena pasa irremediablemente por Concacaf y sus 42 territorios que van desde Estados Unidos hasta las Islas Caimán pasando por Costa Rica–Honduras–Nicaragua y Trinidad y Tobago, a cuyos presidente de esas Federaciones ya los tienen señalados y arraigados.
Luego se desvía al Cono Sur y ahí le pegan derechito a los dientes (postizos, of course) de Don (a lo mejor este título se lo quitan) Nicolás Leoz, mandamás por más de 20 años de la Conmebol, hoy retirado por su avanzada edad y con una chequera así de gorda, a un ladito aparece Julio Grondona, el argentino que de siempre mangoneó a su antojo a Conmebol, solo que este “vaca sagrada” falleció hace unos años, sí, uno de los más millonarios del cementerio.
Luego los directivos de empresas privadas formadas exprofeso para controlar derechos comerciales y televisivos de los torneos de Conmebol y Concacaf, las cantidades suman millones de dólares de ingresos, utilidades, gastos, sobornos y cochupos, también hay detenidos arraigados en sus países.
¿Y los mexicanos, qué?
Ahora resulta que en este movimiento multimillonario de dinero entregado sin declararse y por lo tanto sin pagar al fisco norteamericano, que beneficia a directivos que deben dar su aval para entregar esos derechos comerciales y televisivos a terceras empresas en las que está involucrado el futbol mexicano ¡no hay mexicanos señalados!
Sí, es de sorprender porque menuda famita nos hemos hecho con eso de los sobornos y moches en nuestro país y los “entres” para la fayuca que viene y la Drug Fayuca que va para allá, así que es difícil de entender que no haya nadie entre nuestros directivos que cuando menos se haya echado una modesta parte de esa lana a la buchaca, o ¿será que nuestros directivos son incorruptibles?, o que ¿no les gusta la lana?
Es mi hobby
Alguna vez Alberto De La Torre, presidente de la Femexfut hasta el 2006, comentó en reunión informal de prensa que como presidente no recibía remuneración ni sueldo, que su trabajo era siempre honorario por su pasión por el futbol, hasta ahí todo más o menos parchado, porque nadie nos la creímos, pero luego al ver su tren de vida la pregunta que sacudía las paredes del edificio de la Femexfut era…
¿Cuál era el nombre de la tía?
Que le había heredado esa fortuna para poder vivir a ese ritmo, digo, desconfiados sí somos, pero como les comenté en aquella ocasión a mis colegas, en el futbol el dinero es de ellos, de las empresas privadas que son dueños del futbol en México y en el mundo, no hay dinero público salvo el de los impuestos que deben declarar, por lo demás si se pican los ojos, se coluden con promotores, entregan contratos a cambio de dádivas o cochupos, es cosa de ellos.
Solo que esta ocasión el rumor y los nombres surgen desde los Estados Unidos como una filtración de esas de las que nadie se responsabiliza pero que trae jiribilla.
“Hay directivos mexicanos siendo investigados por el FBI por el caso FIFA”, si además vemos que el “sapo” que ha delatado a más de 50 altos directivos del fut es Chuck Blazer, Secretario General y mangoneador de Concacaf por más de 20 años, con el que los directivos mexicanos tuvieron que lidiar, pactar, negociar y lo que le siga para todo lo que tuviera que ver con el futbol internacional de clubes y Selección.
Así las cosas pues, solo hay dos filas para los directivos mexicanos:
Fila uno- “Cuando veas las barbas de Blazer recortar, pon las tuyas a remojar”
Fila dos “El que nada debe, nada teme”
¡A formarse, señores!
Así de fácil…
