No hay imagen disponible

Fuera al fuero…

Fuero o ¡Fuera! no es lo mismo…

Aunque el ciudadano común esperaría tener a la mano ambas alternativas para decidir el futuro de los políticos electos que están protegidos por ese privilegio histórico y mal entendido.

Así es, El Fuero es un derecho o privilegio que se concede a una persona, o una figura jurídica que básicamente significa que quien la posee tiene un tipo de protección, según el diccionario tradicional.

Fuero o ¡Fuera! no es lo mismo…

Aunque el ciudadano común esperaría tener a la mano ambas alternativas para decidir el futuro de los políticos electos que están protegidos por ese privilegio histórico y mal entendido.

Así es, El Fuero es un derecho o privilegio que se concede a una persona, o una figura jurídica que básicamente significa que quien la posee tiene un tipo de protección, según el diccionario tradicional.

Sin embargo El Fuero, este “derecho”, inició como protección para las y los legisladores, con el fin de que éstos pudieran hablar con libertad en la tribuna y no fueran amonestados o molestados por lo anterior.

También para que no fueran acusados o amenazados por algún funcionario de otro nivel o persona pública.

No obstante, esta medida anterior se fue deformando y llegó a tal grado que hoy en día no sólo se reparte a muchos puestos de la administración pública y legisladores, sino que además se convirtió en un salvoconducto de impunidad total.

Por ello existe una molestia en la sociedad en contra de funcionarios que han cometido abusos de autoridad, violaciones mayores a la ley, robos y desfalcos a las arcas municipales, estatales o federales.

Aún con pruebas en la mano, no pasa nada a estos servidores públicos porque saben de inicio que tienen El Fuero.

Tenemos casos que van desde “lavado de dinero” público en campañas políticas, pasando por negociaciones dudosas en las que se involucran algunos legisladores, hasta violaciones a amparos, riqueza inexplicable de alcaldes, gobernadores y secretarios de Estado.

Pero aquí no pasa nada.

Ante esto, hay que ver con buenos ojos la iniciativa que acaban de presentar en el Congreso de Nuevo León para terminar con El Fuero, para que el tema se comience a discutir en las tribunas y en los foros del estado.

Está claro que, como todo, tiene su lado positivo y negativo.

Pero hasta hoy se ve más impunidad, corrupción y abuso contra el ciudadano, que amenazas contra los funcionarios con El Fuero.

Son otros tiempos y quienes deben estar sujetos a una protección con los ciudadanos que ya están hartos de la impunidad de servidores públicos.

Invitamos a que la sociedad en general se exprese y envíe a sus representantes en el Congreso local mensajes sobre cómo espera que voten el tema de El Fuero, antes de que lo desechen en comisiones y lo manden a la congeladora por el temor a ser “juzgados”.

Por ello te damos aquí la página del Congreso y sus teléfonos para que no tengamos pretexto, para hacer como ciudadanos la parte que nos toca: http://www.hcnl.gob.mx/ (81)8150-9500
01 (800) 813-4265

Te puede interesar
TATIANACLOUTHIER Paren Monterrey VI

Los jóvenes parecen seguir siendo una de las muchas piedras en el camino de Enrique Peña Nieto. 

Su primera ofensiva fue la unión universitaria, con el #Yosoy132, que casi lo saca del camino a la Presidencia de la República.  

Meses después surgieron el #Yamecanse y el #Somos43, como un eco que llega constantemente al oído Presidencial.

Pero tristemente, el problema detrás de la juventud es más peligroso y dañino,  pues no se cura con medicina y se llama corrupción.  

TATIANACLOUTHIER Un abono a la liberación del ciudadano

El escritor Guillermo Fadanelli acaba de estar en la ciudad y dejó sobre la mesa el tema del “secuestro del ciudadano”.  

Es decir, que el ciudadano ha  dejado su papel, para convertirse en consumidor, en espectador, en individuo que no ejerce la crítica ni la reflexión, según comenta Fadanelli.  

En mucho coincido en él, sobre todo cuando veo que la banalidad nos gana en muchos campos de la vida, y además porque muchos dan por “aceptado” el que la corrupción somos todos, o como dijo el presidente Enrique Peña Nieto, es un “asunto cultural”.