Graduados como ‘aspirantes’

NATAL, JULIO  1 – 14.

De tantas veces que nos hemos quedado en el “CASI”, a pesar de tener argumentos sólidos para derrotar a un GRANDE, seis Mundiales consecutivos calificando a segunda ronda y quedarnos ahí por los muy diversos motivos que nos “justifican”, son argumentos muy sólidos para que los de  FIFA nos otorguen el dudoso honor de ser “GRADUADO COMO ASPIRANTE” y con honores.

Solidarios del mismo mal

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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NATAL, JULIO  1 – 14.

De tantas veces que nos hemos quedado en el “CASI”, a pesar de tener argumentos sólidos para derrotar a un GRANDE, seis Mundiales consecutivos calificando a segunda ronda y quedarnos ahí por los muy diversos motivos que nos “justifican”, son argumentos muy sólidos para que los de  FIFA nos otorguen el dudoso honor de ser “GRADUADO COMO ASPIRANTE” y con honores.

Solidarios del mismo mal

A los CHILENOS le ocurre lo mismo que a nosotros, sabemos, no de hoy sino desde hace tiempo, quizá nosotros más que ellos, que tenemos la capacidad de aspirar a más, a mucho más.

Retamos a los”GRANDULONES” y hasta los hacemos ver mal. Nos duele hasta la médula quedarnos a medio camino cuando mostramos y demostramos que a nuestro rival grande lo tuvimos en un puño, solo que no sabemos cómo cerrar el círculo, cómo cerrar “ESE” partido.

A ellos los consume la soberbia de fanfarronear  ante cualquier cámara o micrófono: “somos la más grande generación chilena, estamos para cosas muy grandes”  desde tres días previos al juego contra Brasil, nosotros en cambio preferimos la prudencia y la humildad convencidos de nuestra capacidad.

Los chilenos estrellaron una pelota a dos minutos de finalizar los tiempos extra, nosotros regalamos todo, espacios, balones, iniciativa, sin saber cómo cerrar el partido ante HOLANDA, que aprovecha y nos mata en los últimos tres minutos.

BRASIL y HOLANDA están adentro, ALEMANIA y ARGENTINA sufren lo mismo en sus partidos pero al final también se meten.

No es suerte, es la costumbre de SER GRANDES.

Alemania, Brasil, Argentina, Holanda

Nos han mostrado en esta primera ronda de nocaut que “ESE” arte de ganar lo tiene más que aprendido. Viven con esa costumbre que han ido metiendo a sus genes de generación en generación. Por supuesto, de pronto pierden, cosa de la esencia del deporte, pero en el balance final son ganadores, honran su prestigio, su historia y hasta su leyenda, cada nuevo elemento que entra como reemplazo por el natural ciclo de la edad que nos alcanza a todos, trae esa disposición y esa lección aprendida casi desde la cuna.

Por eso son grandes

Porque de forma natural y no por instinto, saben de siempre, generación tras generación, encontrar la forma de ganar aunque sea de angustia, al límite.

BRASIL fue exhibido y arrinconado por los chilenos que incluso revientan un balón en el larguero con ese trallazo de Pinilla a dos minutos del final del tiempo extra, con lo que CHILE hubiera alcanzado la gloria de echar al anfitrión Brasil, solo que es el mismo Pinilla es el que falla espantoso el primero de la serie de penaltis, regalándole el disparo al veteranazo arquero Julio Cesar. Todavía la serie tiene fallas tremendas, de cinco penaltis de cada equipo     

Brasil falla dos, pero los chilenos tres y así. A pesar de tener a BRASIL en un puño, son ellos los que toman el vuelo a casa.

Argentina

Con Messi, Higuaín y Agüero fueron incapaces de superar con la holgura supuesta a uno de los “sorpresa” de Europa, Suiza, que los tira atrás amenazando el gol que nunca llega.

Ya en el alargue aparece Angel Di María para meter en la agonía del juego , al final de los tiempos extra, el gol que les permite avanzar a la ronda de “Los Ocho”.

Alemania

Para quienes suponíamos que los alemanes se comerían vivos a los argelinos, vimos con sorpresa la forma retadora y audaz de los norteafricanos que pusieron incluso condiciones en la primera parte.

Su portero se viste de héroe y es al final del partido cuando cae la muralla argelina ante la consistencia implacable del ataque teutón pese a estrellarse una y otra vez allá en el arco argelino. Victoria sufrida que los alemanes festejan con alegría que no se desborda, para ellos el meterse a “Los Ocho” es parte del camino que para muchos  sería la meta.

La frustración de los de Argelia se justifica totalmente, quién sabe cuando volverán, ya no digo a la fase de nocaut, sino a un Mundial. De ese tamaño es la diferencia que en la cancha se reduce a 11 contra 11, solo que los alemanes traen en los genes ese oficio de ganar.

México y Chile

Somos, insisto, nosotros desde hace más tiempo y con más solvencia y constancia,  desde hace tiempo aspirantes a meternos entre los grandes, solo que nos quedamos siempre en las excusas del final del partido importante. Esta vez el arbitraje fue razón y excusa, antes los malditos penaltis con Bulgaria, antes la falla cuando ganábamos a Alemania, o el golazo de Maxi Rodríguez, todos factores reales e incuestionables, solo que esos factores se dan tantas veces ya no es casualidad, siempre CONTRA NOSOTROS. 

A los chilenos les ocurre lo mismo, pelearle a un grande de tú a tú, tenerlo en un puño, imponerle condiciones por un largo rato, incluso arrinconarlos y hacerlos ver mal, ellos a Brasil y nosotros a Holanda, solo que al final ambos estamos fuera por no saber cerrar los partidos, por no entender la magnitud de “ESOS” pequeños grandes factores.

A nosotros el tirarnos atrás sin una táctica preestablecida, no entender cómo “gastarnos “ a nuestro favor esos eternos tres últimos minutos jugando el balón como si estuviéramos en un amistoso o molero y no en la fase de nocaut de un Mundial ahogando a un GRANDE.

Los dejamos vivir, dividimos el balón en lugar de ser “cancheros” haciendo tiempo, tirándose al suelo por un calambre, chutando el balón lejos, retenerlo y llevarlo a la esquina, consumir el tiempo a nuestro favor. 

Los Holandeses buscan un hueco para meterse sin bajar nunca los brazos, lo encuentran en la zona de Diego Reyes y el “Maza” y se nos viene la noche.

Para los chilenos no fue diferente, solo que ellos cometieron el error de creérsela, de cantarlo desde antes del partido, de retar a la historia con la pretensión de “Somos la más grande generación chilena de la historia”, aquella de 1962 que alcanzó semifinales . “Eran otros tiempos y estaban en casa”, “Entonces se jugaba muy lento”, fueron sus respuestas soberbias.

Iván Zamorano prefirió callar por prudencia o conveniencia, los chilenos tuvieron sus oportunidades claras, más que Brasil, solo que la que se estrella en el larguero a dos minutos del final fue un “Casi Gol”, no un gol, y a los penaltis llegaron vacíos anímicamente. Frustrante.   

Solo los ticos

A los norteamericanos los echan también en un juego muy apretado y de enorme desgaste que se va al alargue, nunca se rinden, es su costumbre pero esta vez no les alcanza.

Calificamos a segunda ronda tres de CONCACAF, nuestro TRI, los Estados Unidos y la sensación del Mundial, Costa Rica,  el único que se mete a los ocho finalistas de Brasil 2014.

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