Mi gran amigo y maestro, Jacobo Zabludovsky, con quién tuve el privilegio de colaborar por 14 intensos y maravillosos años todos los días hasta el año pasado en que nos separamos por causas muy ajenas a él y a mí, tenía una frase, de muchas, maravillosa cuando hablábamos ante el micrófono o en privado acerca de los derechos igualitarios que todos exigimos y hasta presumimos tener…
Tipazo mi querido Jacobo
“Todos somos iguales… pero, mi Querido Alfredo (me da orgullo este trato), recuerda siempre que hay de iguales a iguales”.
La primera ocasión en que Jacobo esgrimió esta frase hace ya algunos años me dejó perplejo, “que no pendejo”, le dije, a lo que su “yo interno” de oficio alburero me reviró de inmediato: “eso lo dijiste tú y ni modo de desmentirte”.
Cada vez que se presenta alguna ostensible injusticia o trato de “Desigualdad entre Iguales”, que tristemente ocurre con más frecuencia de lo que muchos quisiéramos, ley de vida, viene a mi mente esa ironía “Made by Jacobo”, hoy arranca la Copa América y…
Somos invitados incómodos
De entrada, el grupo no llamado así pero de facto, son los intocables de Sudamérica formado por el triunvirato Argentina– Brasil–Uruguay, ellos pueden hacer y deshacer a su antojo sin que nada lo impida.
La Copa América presume ser el “Torneo de Selecciones más Antigüo del Planeta” al disputarse por primera vez en el año 1916, realizándose con regularidad hasta hoy en que se inaugura la edición número 44.
El formato ha cambiado, variado, ajustado, ha sido modificado por diferentes factores que van desde el coyuntural por cuestiones políticas, conflictos sociales, fenómenos naturales, y, por supuesto, temas económicos.
Estos le han hecho incluso dar tumbos y asumir, aunque a algunos de sus miembros no estuvieran de acuerdo, el que el Torneo Copa América por sí solo no podría sobrevivir sin el apoyo de los líderes económicos de Concacaf: México y Estados Unidos, que han sido invitados de forma permanente desde 1993 hasta la fecha, aunque los Estados Unidos solo lo han hecho en tres ocasiones contra nueve de nuestro TRI.
Para sustituir a los de las Barras y Estrellas se han invitado a varias selecciones centroamericanas y del caribe, en esta ocasión la invitada será la selección de Jamaica.
La fórmula ha sido exitosa, los derechos de televisión y los patrocinios de empresas mexicanas y de Estados Unidos son ahora indispensables para la Conmebol y el país organizador del torneo.
Ganamos... pero no ganamos
La Conmebol tiene como consigna ponernos toda clase de obstáculos en la cancha para impedir la que sería su máxima ofensa, que un equipo de la Concacaf se alzará con el título de la Copa América.
De ser así el mejor equipo sudamericano en la competencia sería considerado como el Campeón Oficial con su boletote a la Copa Confederaciones.
Al ser invitadas, nuestras selecciones “Concacafenses” tampoco participan del reparto de utilidades aunque, como nadan las cosas… ¡mejor que no nos den lana!, no vaya a ser que aparezcan las manos negras, los cochupos, las transas y los millones enviados a Islas Caimán, el paraíso fiscal cuyo futbol pertenece a nuestra Concacaf.
Los que abusan
Conmebol protege descaradamente desde el sorteo al equipo local, en Bolivia 1997, el anfitrión pierde la Final fácilmente ante Brasil después de ganarnos en un juego con arbitraje archilocalista en la Semifinal, en la que sale expulsado hasta el buenazo de Bora.
Dato duro: desde aquella Semifinal en el 97, Bolivia nunca ha ganado otro juego de Copa América.
A partir de la llegada de nuestro TRI a este torneo, coincidencia o no, las tres potencias de Sudamérica comenzaron ha menospreciar el evento, dejando de convocar a sus estrellas futboleras en muchas ocasiones con “agradecimiento$$$” de los equipos europeos en que participan.
Aún así, a Brasil le ha alcanzado para meterse desde ese Ecuador 1993 a cinco finales en ocho torneos, de las que ha ganado cuatro.
el boicot argentino En Colombia 2001, Argentina de plano se zafó boicoteando el evento con el argumento de que no había seguridad para su delegación, su lugar lo toma de última hora Honduras, que pierde el juego por el tercer lugar ante nuestro TRI, ¡Ah! el campeón fue Colombia, por supuesto.
En la edición pasada jugada en Argentina, el Comité Organizador decidió llevarse el torneo a la provincia, dejando un solo juego en Buenos Aires, sede del 80 por ciento del futbol argentino, medida harto populachera promovida por la Sra. Cristina Fernandez-Kirchner, Presidenta de la República.
Hoy las cosas cambian para bien al ser Chile la sede del evento, todos asisten con sus mejores figuras excepto los lesionados o berrinchudos, como Luis Suárez, el del Barcelona, el figurón Lionel Messi y su vice Neymar, son el gran atractivo para el mundo, para los chilenos, sin duda, “su” roja va por todo, tiene con qué y nosotros, bueno, de comparsas con un “TRI B” que no asusta a nadie, pero que va por lo$$ dolare$$ pactados.. Así de fácil…