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¿Qué hubiera ocurrido con el castigo que FIFA impone y ahora seguramente “revisará” y disminuirá, si el LUIS SUÁREZ mordelón (más reincidente que los de tránsito) hubiera sido solo un buen jugador promedio y no el figurón por el que el BARÇA apuesta su reingeniería?
Vale el supositorio
Que aunque no viene exactamente del verbo SUPONER, sí cabe aquí (hagamos de lado el albur) con todas sus acepciones y significados para ese honorable cuerpo de juzgadores que en FIFA llaman de otra manera.
Luis Suárez tiene un castigo bien ganado después de agredir con una mordida en plan reincidente al italiano Giorgio Chellini y después hacer como que la Virgen le habla, engañando a todos los que voluntariamente quisieron responsabilizarlo que por esa expulsión se deriva la eliminación de URUGUAY en el Mundial.
Mentira a medias que se convierte en verdad a medias, y luego verdad, a tal grado que hasta el presidente de la República de Uruguay, José Mujica, se lanza con filosa espada insultando a los jerarcas de FIFA.
Semanas después el propio Luis Suárez se disculpa públicamente con una muy bien cuidada carta, seguramente redactada por sus abogados, apoyado por un TWITTER en las mismas condiciones de asesoría. Hasta ahí todo normal, la FIFA lo castiga…
Con mucha severidad…
Pero con absoluta firmeza: nueve partidos oficiales con su Selección pasarían sin mucho apuro, pero los cuatro meses sin poder chutar un balón con su equipo, sin entrenarse y mucho menos alinear con ellos.
Es mucho castigo que se incrementa exponencialmente cuando un par de días después aparece el interés y más tarde la confirmación del BARCELONA por hacerse de sus servicios con un pago multimillonario al LIVERPOOL, que ronda en los 90 millones de euros entre el fichaje, cláusula de rescisión, primeros sueldos y “otras minucias”.
Nada es gratis en esta vida, si LUIS SUÁREZ pone esa carta y ese tuiter que arrancaron lágrimas de cocodrilo a algunos incautos, en la que se responsabiliza POR PRIMERA VEZ, admitiendo no solo de su agresión en el Mundial sino algunas anteriores, prometiendo “No volverlo a hacer”, se da tal como si fuera una ecuación de lógica y álgebra básica: SI “A” ES IGUAL A “B” Y “B” IGUAL A “C”, ENTONCES “A” ES IGUAL A “C”.
Si Luis Suárez se traga el orgullo firmando la carta que sus abogados le redactan, es solamente para no echar por la borda tamaña operación y para aparecer como un buen arrepentido ante los tribunales, que pasando un par de meses y ya con los ánimos fríos y una planchadita al expediente, seguramente reducirán el castigo el día de mañana, 8 de Agosto, en un juicio que además tiene el privilegio de ser presentado con urgencia y que dará por resultado además de las amonestaciones, sugerencias para un tratamiento que va…
De coaches a psiquiatras…
Para que la reforma en la conducta sea integral y ya al final aparecerá el veredicto definitivo que reducirá la sanción original de cuatro meses a dos y tomando en cuenta la fecha, circunstancia, vacación y lo que me pongan, tendremos, para bien del espectáculo a este figurón vestido de BLAUGRANA más pronto de lo que se puede decir en el veredicto.
Así las cosas, vale la pena hacer la suposición o “supositorio”. En este caso es igual, si en lugar de ser LUIS SUÁREZ el figurón hubiera sido otro LUIS SUÁREZ buen jugador promedio de cualquier selección, las autoridades de FIFA habrían actuado igual o quizá hasta se ensañarían más con el del “supositorio” “para sentar un precedente”. Así de fácil.
