Hermanos incómodos
En México tenemos el conocido calificativo de los “hermanos incómodos”.
Y es cierto que muchos podremos pensar que nadie es responsable de la vida de los demás.
Sin embargo, en los puestos públicos y en la toma de decisiones es muy importante lo que sucede alrededor de un hermano o hermana.
Tanto, que a veces por eso se vuelven incómodos.
Además, en los cargos públicos se debe estar consciente que del dinero que se maneja es de todos, es el erario, es la hacienda pública y un pariente, un hermano incómodo, puede tener ambiciones e intereses.
Tatiana ClouthierEn México tenemos el conocido calificativo de los “hermanos incómodos”.
Y es cierto que muchos podremos pensar que nadie es responsable de la vida de los demás.
Sin embargo, en los puestos públicos y en la toma de decisiones es muy importante lo que sucede alrededor de un hermano o hermana.
Tanto, que a veces por eso se vuelven incómodos.
Además, en los cargos públicos se debe estar consciente que del dinero que se maneja es de todos, es el erario, es la hacienda pública y un pariente, un hermano incómodo, puede tener ambiciones e intereses.
Por ello en estos momentos, en campañas electorales, resurgen las historias de los hermanos incómodos.
A continuación comparto algunas:
En los 80s, Raúl Salinas de Gortari, a quien se le conoció como “Mr. 15%”.
Y actualmente Humberto Moreira, que hoy es una carga para el gobernador Rubén Moreira en Coahuila, e incluso lo es también para todo el PRI en el país.
Pasamos luego por la empleada de la PGR, la hermana de Josefina Vázquez Mota, que sin esa relación cupular, difícilmente hubiera obtenido el puesto y el sueldo que le dieron.
También recordamos el caso del empresario Eugenio Clariond, quien cuenta con un hermano incómodo como lo es Benjamín Clariond, de quien hay historias vinculadas a los negocios oscuros con el actual candidato a la alalcaldía de Monterrey, Felipe Enríquez.
Y ya por esos caminos, no podemos dejar atrás al mejor vendedor de quesos oaxaqueños de México, a Jonás Larrazabal Bretón, que vino de Oaxaca y afectó la carrera de su hermano el ex alcalde regio Fernando Larrazabal.
Adicionalmente tenemos la historia de Fernando Margáin, que no es precisamente un hermano incómodo, pero hoy en día está por convertirse en esposo incómodo para Alejandra Sada, actual candidata del PAN al Senado de la República por Nuevo León.
Y es que Fernando Margáin, que dijo no haber estado enterado de que su administración concedió el permiso de uso del suelo para la cadena Walmart en San Pedro, ahora resulta que tuvo que haber estado enterado.
Porque su socio en el despacho de abogados, e incluso abogado personal, firmó tal autorización.
Luego está la historia de José Maiz García, candidato a diputado local del PRI, quien se encontró con una hermana incómoda porque reveló datos interesantes del pasado familiar y de negocios de la Constructora Maiz Mier.
Por su parte, el presidente Felipe Calderón parecía ya haber librado el sexenio, pues Cocoa su hermana, por más que se criticara, ella ya existía con vida propia desde tiempo atrás en la cosa pública y profesional.
Tristemente, a unos meses de terminar el sexenio, sale a flote que Felipe Calderón si cuenta con un hermano incómodo.
El mismo que se había presentado ya en dos ocasiones en San Pedro con un aparato de protección excesivo.
Un equipo de seguridad tan aparatoso, que en una ocasión llegó a una cita sampetrina con su retraso de casi dos horas y cuando llegó no pidió disculpas, sino que presumió del poder de ser hermano del presidente y culpó a su enorme aparato de seguridad del retraso.
Luego, en otra ocasión, comió en un conocido restaurante de Calzada San Pedro y asustó al público por la cantidad de vehículos y soldados del Ejército que le acompañaban.
Pero eso no es todo.
Ese mismo hermano del Presidente llegó a Chiapas a parar obras públicas ya concursadas porque no le entregaron la “cooperación” extraoficial.
En fin, pensé que poco podría yo hablar del tema teniendo nueve hermanos.
En lo personal, lo único que pudiera incomodarme de alguno de mis hermanos es un problema de salud.
Afortunadamente nada de corrupción, manipulación y desfalco de los dineros públicos.
En todas las familias hay prietitos en el arroz, pero no es lo mismo el de Juan que el de Pedro.
Mis hermanos no me avergüenzan, como los que hago referencia aquí.