Héroes y villanos
Tremenda jornada del fin de semana marcada como pocas, por la bipolaridad de hazañas heróicas en las que destacamos a nuestro Tri basquetbolero, Roberta Vinci, Flavia Penneta, Roger Federer, el arquero azul J.J. Corona, los Patriots y Tom Brady.
Por el lado de los villanos, en primerísimo lugar los Hampones que han secuestrado nuestro basquet por más de 20 años, el Basquet-TRI hace magia a pesar de ellos.
Alfredo Domínguez Muro
Tremenda jornada del fin de semana marcada como pocas, por la bipolaridad de hazañas heróicas en las que destacamos a nuestro Tri basquetbolero, Roberta Vinci, Flavia Penneta, Roger Federer, el arquero azul J.J. Corona, los Patriots y Tom Brady.
Por el lado de los villanos, en primerísimo lugar los Hampones que han secuestrado nuestro basquet por más de 20 años, el Basquet-TRI hace magia a pesar de ellos.
Otros villanos: Rubens Sambueza y “Pipa” Benedetto, haciéndose expulsar en el primer tiempo, echando al América al tobogán. Otra “villana” fue la número uno del mundo Serena Williams y sus pataletas y posturas llenas de soberbia, en la frustración de su derrota ante Roberta Vinci.
El villano favorito, el comisionado de la NFL, Roger Goodell, que no oculta su coraje y frustración al ver caer en pedacitos sus “castigazos” a los Patriots.
El Tri basquetbolero
Mis respetos y admiración al grupo que comanda el coach Sergio Valedolmillos, que se juegan todos el alma en cada juego y en cada lance, metiéndonos a todos a soñar con ellos y principalmente, a mostrarnos que en México hay mucho para el basquet, dejando encuerados a los hampones que tienen secuestrado este deporte por más de 20 años.
Arañaron el boleto directo a los Juegos Olímpicos Brasil 2016, teniendo a Argentina en un puño y tristemente fallando tiros “fáciles” en los último minutos, para abrirle a la puerta a los argentinos que hoy por hoy son uno de los cinco equipos más fuertes del planeta.
Luego en el juego ante Canadá, otro de los grandes del mundo, donde se disputaba el tercer lugar, nos pusieron a soñar con esa canasta que a falta de siete segundos nos entregaba el juego que no nos daba el pase Olímpico, pero sí el pódium.
Los canadienses hacen la hombrada anotando con un segundo en el reloj, aún así mis respetos al basquet–Tri y de pasadita una mentada más al grupo de hampones, que insisten en seguir mangoneando a nuestro golpeadísimo basquet.
Dice el director de CONADE que en 30 días se resuelve, frase que he escuchado como 20 veces en los últimos 20 años pero, habrá que darle el beneficio de la duda.
Magia más allá de Serena
Roberta Vinci y Flavia Pennetta nos quitan las vendas de los ojos, hay mucho tenis femenil más allá de la gran serena, que en la frustración de su derrota saca amargura, fantasmas y muy poca clase no solo ante su vencedora Roberta Vinci, sino ante todas sus compañeras de la WTA, al público presente y a los millones que asombrados lo vimos por la tele.
Roberta Vinci, número 35 del mundo, llega al US Open a pelear un sitio lo más alto posible sin siquiera pensar o soñar en la finalísima, mucho menos cuando en SEMIS enfrenta a la hasta ese día invencible Serena, que salta a la cancha pensando más en la Final que en esta pequeñita italiana de 32 años de edad y que nunca había siquiera arañado una Semifinal de Grand Slam.
La confianza excesiva de Serena se incrementa cuando gana fácilmente en solo 31 minutos por un contundente 6-2, Roberta reacciona relajándose y disfrutando el jugar ante la número UNO que buscaba cerrar el ciclo de cuatro títulos de Grand Slam en un año calendario, algo no logrado por nadie desde Steffi Graff en 1988.
Roberta gana el segundo y Serena saca frustración, coraje, cero humildad y en su molestia rompe una raqueta y es amonestada.
Cegada por esta inédita situación se pierde en fallas, faltas y gritos, Roberta no pierde la concentración y hasta recibe del público algo de atención y reconocimiento con una inmediata respuesta positiva.
Logra el triunfo más grande de su carrera, al día siguiente es derrotada por su gran amiga Flavia Pennetta que se lleva el título jugado entre italianas con la presencia del primer ministro de su país.
América y sus villanos
Y para finalizar esto de los villanos, al América de “Nacho” Ambriz le vuelven a salir dos que le torpedean el barco debajo de la línea de flotación: Rubens Sambueza y el “Pipa” Benedetto, que parecen gritarle al árbitro que los expulse a la brevedad posible.
No puede Rubens sacar una cara de inocente, que no tiene por supuesto, al finalizar el juego gritando a los cuatro vientos las injusticias del árbitro que lo echa con roja directa cuando el capitán americanista reclamaba insulto tras insulto al propio silbante hasta que este, después de una falta, no es que le saque la segunda amarilla, para nada, le mete una roja directa entre ceja y ceja impecable y sin cuestión, y conste, ni siquiera se habían jugado 30 minutos.
Y ya revolucionados, el “Pipa” se deja ir con los tacos por delante en una entrada a destiempo, en el medio campo y sin sentido, así los de Ambriz se quedan con nueve en el campo y el marcador 1-0 en contra.