Hijos desobedientes

Hoy ese corrido está a punto de pasar de moda, pero en el futbol es un síndrome digno de estudio.

Pachuca vive en este momento el “Síndrome Necaxa” y cuál es esta enfermedad que nos muestra estos síntomas que se convierten en patológicos, habría que recordar muchas cosas, de entrada…

‘Chucho’,  bienvenido a la multipropiedad

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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Hoy ese corrido está a punto de pasar de moda, pero en el futbol es un síndrome digno de estudio.

Pachuca vive en este momento el “Síndrome Necaxa” y cuál es esta enfermedad que nos muestra estos síntomas que se convierten en patológicos, habría que recordar muchas cosas, de entrada…

‘Chucho’,  bienvenido a la multipropiedad

Habría que decirle así a Jesús Martínez, el hombre ideólogo, el gran empresario que ha llevado al Grupo Pachuca al nivel que nunca hubiéramos imaginado. Ya hemos tenido oportunidad de platicar acerca de esto y cuyo equipo Pachuca es símbolo de éxito de la última década a algunos años.

Todavía él pretendió con demasiada soberbia llamar al Pachuca “El equipo de México”, un tema que nosotros cuestionamos y seguiremos haciéndolo. No es un tema mercadológico porque el nombre de México no es mercadológico, así se lo hicimos ver en varias ocasiones.

Pachuca ha sido campeón en muchos torneos, hay que recordar que es el único equipo mexicano que ha sido campeón de la Copa Sudamericana, cuando todavía la jugábamos, pero los alcances del Grupo Pachuca van más allá del equipo de futbol. Tiene la Universidad del Futbol, hoteles, la Tuzo Plaza y muchos temas en manos y en combinación con los distintos gobiernos del Estado. Hoy se vive esto de la multipropiedad, tema que Jesús Martínez estuvo buscando y encontró la gran plaza.

Encontró la mina de los zapatos

Y me refiero a la ciudad de León. En los 10 años que estuvo el equipo de León en lo que hoy llamamos la Liga de Ascenso, pasaron muchas manos, desde algunos pillastres, hasta empresarios locales que no pudieron con el equipo y por ahí pasó también la administración del Atlante, Grupo Pegaso que intentó manejar al León y ascenderlo a la Primera División sabedores que esta plaza tiene un potencial muy grande, diría que rivaliza con cualquier plaza en la República Mexicana. Finalmente llegó el Grupo Pachuca y en un par de años logró realizar lo que ninguno había hecho, ascender al equipo, una plaza que potencial mente supera a Pachuca y hay que verlo desde el punto de vista económico y de influencia regional. León es un centro natural en el Bajío, tiene alrededor ciudades como Guanajuato, Irapuato, San Francisco del Rincón y la mismísima Celaya, con una gran tradición futbolera y un gran potencial económico. Si lo equiparamos con Pachuca que va sola, no tiene las ciudades ni la influencia económica, industrial, comercial del Bajío y conste que aquí estoy hablando de hechos y no comparando de otra manera.

El síndrome Necaxa

Habría que recordar que la multipropiedad tiene virtudes y defectos, tiene obligaciones y derechos, pero hay que recordar en este momento aquel tema en donde el América, hijo consentido de Televisa, de Don Emilio Azcárraga, después de Emilio Azcárraga Jean y los otros equipos que se convirtieron en satélites, Atlante por un buen rato, desde luego el Necaxa. Al Atlante a la separación de Alejandro Burillo del Grupo Televisa se lo llevó y Emilio Azcárraga se quedó al frente del América y el Necaxa, pero desde el año 93 se comenzó a gestar un cambio en el modesto equipo necaxista, sin aficionados, sin público pero con mucho entusiasmo.

En el año 94 llegó a México un jugador derechito al América, Alex Aguinaga, pero resulta que las Águilas, con la soberbia de siempre, señalaban que no lo necesitaban, en ese momento estaban de moda los africanos y que por ahí podrían venir brasileños, ¿pero ecuatorianos?
Y Alex Aguinaga se fue al Necaxa y la historia usted y yo la conocemos. Paralelo a él llego Ivo Basay, Sergio Zárate, el equipo se formó bajo la dirección de Enrique Borja en la presidencia y Manuel Lapuente en la dirección técnica, muchas veces se habló de una rivalidad que nunca existió entre estos dos equipos. Necaxa era muy poquito y América era el hermano mayor, pero al final del camino el Necaxa superó siempre en resultados a ese América al que se le invertía dinero y se traían jugadores. Luego se sacaban jugadores del Necaxa y se iban al América y jugadores que ya no querían en América se pasaban al Necaxa y siempre lo superó en resultados. Excepto en aquella final tan polémica en el Verano del 2002, cuando Necaxa ganaba en el partido de ida y en el partido de vuelta el América hizo los goles “necesarios”. Y todavía queda por ahí que hubo arreglo o no, a final de cuentas no creo que haya habido arreglo, pero ahí queda ese morbo. Y nosotros de broma decíamos ¿y si les cambian las camisetas?, le aseguro que no hubiera funcionado, la política en el América es otra cosa.

Los hijos desobedientes

De estos multipropietarios de pronto aparecen con mejores dividendos y mejores resultados.

En esta primera temporada en la que Pachuca con toda la inversión y la joya de la corona que comanda Jesús Martínez, se reforzó hasta los dientes, la lista es fuerte, de entrada con Hugo Sánchez y usted diría pero es el técnico, pues sí, pero le pagan un billete fuerte. Pachuca trajo a Raúl Tamudo por cerca de 2 millones de dólares, a Nery Castillo por poco más de 3 millones de dólares, el “Venado” Medina cerca de los 2 millones de dólares, al “Avión” Calderón arriba de los 3 millones de dólares, Oscar Rojas por esas cifras, trajo a Paolo da Silva de regreso por 2 y medio millones de dólares. Total Pachuca invirtió cerca de 20 millones de dólares entre Hugo y refuerzos, pero el León tampoco se quedó descobijado, la inversión no llegó ni a la mitad, pero es una inversión seria. León privilegió al grupo que venía de la División de Ascenso y resulta que los hijos desobedientes, en este caso el León, superan a la joya de la corona. Le aseguro y le apuesto que en el grupo de Jesús Martínez se hubiera preferido que el Pachuca, con toda esa inversión resucitará a los niveles y a los planos que alguna vez tuvo. Y con esta inversión por supuesto que es un fracaso comparado con lo que pasa en el equipo de León.

En el caso de Televisa, el hijo desobediente terminó por no soportar toda la presión y ahora lo tenemos en la División de Ascenso, por cierto, con muchas posibilidades de regresar.

Así las cosas pues, esto de la multipropiedad trae también aparejados que en las joyas de la corona, los hijos preferidos son superados en forma constante por los hijos desobedientes, pero como se acaba este sexenio, se acaba la moda del hijo desobediente…. Así de fácil

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