Desde la semana pasada el conflicto de los palacios, entre el municipal que dirigen panistas y el estatal del gobierno priista, evidenció el juego sucio desde ya para la contienda electoral de 2015 y hoy es un día especial.
Esto, debido a que hoy por la mañana habrá sesión de Cabildo en el Palacio de Cristal de Monterrey.
Y se espera que los regidores del PRI avienten una serie de reclamos a la alcaldesa Margarita Arellanes sobre la renegociación de los pasivos de la deuda regia, además de uno que otro comentario por la compra de patrullas a Car-One, para la Policía de Monterrey.
Pero entonces los regidores panistas también ya preparan una serie de reclamos a los priistas sobre la renegociación de la deuda del gobernador Rodrigo Medina, y su secretario de Finanzas, Rodolfo “El Maromas” Gómez Acosta.
La respuesta de los panistas sería en el tono que, como se publicó aquí en Reporte Indigo desde el lunes, hay pagos millonarios por comisiones a la empresa Protego, de Pedro Aspe Armella.
Comisiones que nunca se pagan a esos porcentajes tan altos cuando hay montos con cifras de miles de millones de pesos.
Va a estar buena la sesión del Cabildo regio hoy por la mañana, porque recordemos, el pleito incluso llegó a los golpes el sábado pasado luego de la rueda de prensa del líder nacional del PAN, Gustavo Madero, en un hotel de la ciudad.
Fraudes de suplantación
En estos días la ciudadanía enfrenta serios peligros por la transformación de la delincuencia a giros que anteriormente sólo se detectaban en un porcentaje muy pequeño de la población.
Obviamente no se trata ahora del secuestro, la extorsión o el robo, sino del fraude a través de sofisticadas maneras de suplantar la identidad o clonar tarjetas de crédito.
Y en esta ciudad pululan los casos de tarjetas de crédito que surgen como por arte de magia, o se clonan los plásticos en cualquier establecimiento.
Al apretarse el control y el combate a los delitos que venían explotando los cárteles de la droga para diversificar su cartera delincuencial, ahora se están dedicando a infiltrar gente en diversos giros de negocios.
Personal que recibe 500 pesos por cada tarjeta que clonen con un dispositivo que los mismos delincuentes proveen.
Es un pequeño scanner que en unos cuantos segundos copia los números de la tarjeta y la banda metálica.
Luego copian los tres dígitos de la parte posterior del plástico y así entregan la información de esto a los criminales, que terminan por clonar la tarjeta de crédito.
Pero en la suplantación de identidad basta con una credencial del IFE vencida, perdida, robada o clonada.
Con ello, fácil abren líneas de crédito porque muchos empleados bancarios que ofrecen tarjetas cobran por comisión, es decir, por el número de clientes que capten.
Así, admiten el IFE sin comprobar su vigencia y también reciben cualquier otra supuesta credencial como comprobante de domicilio, sin checar nada.
El problema es que con el crecimiento multiplicador de estos delitos, los bancos sí tienen para aumentar su personal de investigación y jurídico, pero la Condusef no.
Por ejemplo, en la delegación de Nuevo León hay 10 personas que atienden hasta 23 mil casos de estos al año.
