Huele a tongo
No se necesita ser un experto o gran fanático del boxeo para darse cuenta del cochupo que estamos a punto de presenciar en la pelea del día de mañana, que marca la reaparición del “Junior”, Julio César Chávez.
Y conste que el “cochupo” o el tongo tiene muchos rubros que van desde la compra de jueces para encontrar resultados amañados, hasta la de contratar bultos que se dejen caer en los tres primeros golpes, pasando por el tongo específico de esta pelea.
Un rival a modo
Alfredo Domínguez MuroNo se necesita ser un experto o gran fanático del boxeo para darse cuenta del cochupo que estamos a punto de presenciar en la pelea del día de mañana, que marca la reaparición del “Junior”, Julio César Chávez.
Y conste que el “cochupo” o el tongo tiene muchos rubros que van desde la compra de jueces para encontrar resultados amañados, hasta la de contratar bultos que se dejen caer en los tres primeros golpes, pasando por el tongo específico de esta pelea.
Un rival a modo
El tal Brian Vera, hasta este momento, no ha levantado la voz para quejarse de las consecuencias de una falta absoluta de disciplina, dedicación, seriedad y respeto a la profesión, al público y a los millones que los puedan ver por televisión del “Junior” y la gente que lo maneja, incluido mi admirado y campeonísimo JC Chávez (versión original).
Y es que no es posible, por donde nos lo quiera explicar, que a 48 horas de la pelea, a la hora de subirse a la báscula, el “Junior” se encuentra cerca de cinco kilos arriba del peso en donde hace un año defendía, varias ocasiones con éxito, hasta que llegó el ‘Maravilla’ Martínez y lo puso en su lugar, después de aquellas fumadotas de mariguana, así de sencillo.
Falta de respeto o cinismo
Es sin duda mi conclusión a la actitud auténticamente cínica del ‘Junior’ y sus manejadores que salen a decirnos el cuento de que, como no hay un título en disputa, tampoco tiene que haber un límite de peso y así no sufrir para bajar esos kilos en la báscula.
Quienes conocemos de esto sabemos que las peleas se pactan en un peso determinado, más, menos, algunas libras, pero jamás se decide el peso para subir al ring en la víspera de la pelea.
A otro perro con ese hueso.
Es frustrante
No el que el ‘Junior’ y su grupo nos quieran hacernos tragar esta píldora, auspiciada por los promotores y los jueces que se voltean para otro lado haciendo “como que la virgen les habla”, sino que realmente Julio César Chávez Jr. tiene facultades de sobra para alcanzar si no los niveles de su padre, sí un sitio importante en el boxeo, el título del mundo y defenderlo con éxito y gallardía.
Simplemente hay que ver que las 160 libras en las que “Junior” se movió hace un par de años, marcan lo que sería su peso ideal.
En el peso que va a subir al ring mañana es para darse de bofetones en la División de los Semi-completos. Entonces sí, ahí al “Junior” le arrancarían la cabeza en el tercer round.
Así las cosas. Los promotores, entrenadores y su propio padre son cómplices de esta vergonzosa reaparición, de quien lo tiene todo para ser un buen boxeador, excepto el hambre de ser y antes que esta, la otra hambre. Así de fácil.