Resulta hasta contradictorio tener frente a nosotros una propuesta de ley que busca cómo elevar los impuestos cuando la autoridad no cumple con su función básica: preservar la seguridad.
Es cierto que la responsabilidad es de los tres niveles de gobierno y no es tarea de una sola entidad, por eso vamos a distribuir las responsabilidades y analizar lo que está pasando en Nuevo León.
Tristemente, la semana pasada, la violencia retomó fuerza y abatieron en menos de tres días a cuatro sujetos en Santa Catarina, secuestraron a un extranjero, hubo extorsiones y finalmente mataron a mano armada, a corta distancia, a un empresario.
Por lo tanto, una asociación de empresarios publicó un desplegado pidiendo no sólo esclarecer los hechos, sino acabar con la impunidad y que se haga justicia.
Es aquí donde resurge el caso del exdiputado Hernán Belden, que no se sabe que pasó y sus asesinos andan sueltos.
No entendemos por qué los legisladores no han limitado por ley el uso de celulares en los penales y que se regrese al método antiguo de los teléfonos públicos para disminuir las extorsiones.
Es algo fácil y rápido, donde vale la pena que se pongan de acuerdo los partidos.
Y paralelo a los hechos, siguen sobre la mesa las discusiones de la reforma fiscal-hacendaria que trae de todo para lograr una crisis recesiva para la sociedad y muchas facilidades para que los gobiernos gasten más y se endeuden.
Implica más impuestos a los cautivos y más dinero para la autoridad, sin que la última tenga que rendir cuentas ni apretarse el cinturón.
Pregúntate: ¿Qué se hace en casa cuando hay escasos recursos?
Lo que se tenga que hacer para bajar el gasto y ver qué haces para que rinda más el gasto.
No se va por ahí y se contrata además del teléfono fijo un celular para cada hijo, o se los lleva de compras para “completar” el guardarropas, ni los invita al cine y a comer cada fin de semana, o se npide de cenar a domicilio.
Es decir, se aprieta el cinturón.
Eso es lo que debería hacer el gobierno federal: bajar los gastos excesivos, dejar de premiar a quien no trabaja y de regalar despensas para comprar el voto con el pretexto de la campaña contra el hambre.
También hay que asignar los recursos a donde realmente deben ir, construir como se debe, sin pedir moches, para elevar el gasto, etc.
¿Sabes qué implica la nueva iniciativa?…
-Más IVA en gasolina.
-Elevar el IVA en la frontera, lo que dejará fuera de posibilidades para competir a los estados fronterizos y veremos filas de mexicanos comprando hasta la despensa, una vez más, de aquel lado. También cruzando para cargar de gasolina sus vehículos cada vez que necesiten.
-IVA a la vivienda (no a la de interés social).
-Aumento al ISR.
La verdad, está del carajo que el gobierno quiera más dinero cuando da menos resultados, y sobre todo cuando no es capaz de proveernos lo mínimo, la seguridad.
Por eso hay que unirse al frente de las asociaciones empresariales, de AMLO, de sus vecinos, contacte a su diputado, haga lo que tenga que hacer, pero únase a frenar esto, que parece ser la tumba de quienes trabajamos día con día por mejorar la economía familiar.