Desafortunadamente esto no cuenta en la cancha, y ante los desastrosos resultados obtenidos hasta ahora en este Verano de Selecciones, y después de probarlo todo, no le queda otra que fletar un charter con el Tri Mayor y los Sub 20 derechito a Catemaco, último y desesperado recurso para que reaccionen los que hasta hace unos meses se comían la lumbre a puños.
“…El peor partido que he dirigido…
De los 50 que llevo al frente de esta Selección…”, fue la frase esgrimida por nuestro técnico Sergio Almaguer al frente de la Sub 20. Sí, son varios de estos jugadores que hace dos veranos se coronaron Campeones del Mundo en la Sub 17, frase que lo describe todo porque, efectivamente, nuestros chavos, todos ellos profesionales, dieron un partido espantoso ante un equipo que sin tener mucho, hizo lo mas importante, un gol.
Hay crisis en todos los “Tris”, después de ver el papelón de errores, lamentos, frustraciones e imprecisiones de nuestros chavos Sub 20, contagiados del mismo mal que nuestro Tri Mayor en donde ya no se falla frente al marco rival, ahora ya ni siquiera se llega.
Vuelve ese sentimiento que padecemos desde hace meses con el Tri y que comienza con coraje, luego resignación y finalmente nostalgia por aquellos veranos de 2011 y 2012, cuando nos comíamos la lumbre a puños y ya hablábamos (yo sí admito que así lo dije) de haber recuperado jerarquía en Concacaf y, principalmente, ya nos habíamos acostumbrado a codearnos con los grandulones. Este verano de verdad parece invierno, pero de los siberianos.
El mismo mal que El Tri mayor
Nada más ver a nuestro Tri Sub 20 fallando los pases largos y los cortos, imprecisos por no llegar siquiera cerquita del área paraguaya y así irse al descanso con la relativa confianza de que, al menos en lo que se llama posesión de la pelota, los nuestros superaban a los jóvenes paisanos de Salvador Cabañas, solo que al regresar del descanso las imprecisiones se hicieron costumbre, y en un descuido nos anotan el único gol del partido, y para como pintan las cosas así fue, un gol y nuestro Tri Sub 20 se acaba al no ser capaz, ya no digo de fallar en el área rival, ni siquiera eso, simplemente no llegan a zona de peligro, exactamente igual, guardadas las proporciones, que la Selección Mayor, que apenas el sábado ante Japón pudo juntar de a poquitos dos goles en el mismo juego después de una sequía desastrosa.
Héctor González Iñárritu
Seguramente con las alarmas encendidas en “Naranja Fase 3”, porque la siguiente ya es rojo y el grito de “sálvese el que pueda, mujeres y niños primero, salten sin sus zapatos, no vaya a ser que agujeren la lancha inflable”, se escuchará desde lo mas alto del bunker de Justino en la Femexfut. Es preocupante, patético y desesperante ver jugar a estos chavos como si ayer se hubieran conocido, cierto son Sub 20, pero los paraguayos también y conste que ellos no festejaron nada hace dos veranos, cuando los nuestros nos entregaron el título mundial Sub 17.
Uruguay: El quitarrisas
En esta zona de Minas Gerais, a 400 kilómetros de Río de Janeiro, no se habla de otra cosa que no sea la presencia de “Su Scratch du Ouro” esta tarde en el hermoso Estadio Mineirao.
Casi todos dan por descontada una victoria brasileira que los catapultará a un Carnaval Invernal (el hemisferio sur entra a pleno invierno) que rivalizará con las manifestaciones cotidianas que hemos vivido y hasta padecido en esta Copa Confederaciones, solo que hay algo que la “torcida brasileira” olvida, Uruguay es un rival duro que se complica al “Jogo Bonito” de Brasil, y no estoy colocando aquí aquel Maracanazo en la Final del Mundial de 1950, en donde pusieron a llorar a Brasil entero que ya sentía el título en la bolsa, tomando el juego como un mero trámite. No viví aquella época pero hoy, proporciones guardadas, el exceso de confianza y el futbol de oficio de los uruguayos pueden sacar el quitarrisas y darle cerrojazo anímico prematuro a ésta de por sí, conflictiva Confederaciones.