El pasado viernes una terna de mexicanos presentó la iniciativa para aportar paz en el país y mejorar la seguridad.
Esta medida, a la que me invitaron, tiene varios matices, pero lo primero y más apremiante es que todo mundo la conozca.
Miriam Morales, Alonso Aguilar Zinser y Sergio Aguayo ofrecieron un coctel para que muchos más se sumen y den un sí a DESARMAR a México.
¿Cómo?…
1) Haciendo público el problema de la cantidad de armamento que existe en México y que entró al país con conocimiento de ello por parte de algunos funcionarios del gobierno mexicano y de los Estados Unidos.
2) Lograr que un hecho de complacencia, complicidad o indiferencia, no se vuelva a repetir en el país.
3) Presentando una denuncia ante la PGR contra quien resulte responsable.
Las afirmaciones anteriores parecen atrevidas, pero los convocantes afirman -y por ello se podrá realizar la demanda- que existen grabaciones y documentos en el Congreso Estadounidense, en donde se prueba que su gobierno sabía sobre la entrada del armamento a este país y que éste fue comprado con dinero que estaba en los Estados Unidos. Pero peor aún, fueron “registradas” para darles seguimiento en nuestro país.
Para nadie es sorpresa escuchar y ver los grupos delictivos armados o de las autodefensas por distintas partes del territorio mexicano, que tienen en algunos casos armamento mejor que el de nuestras autoridades.
Veamos Tamaulipas, Michoacán y Guerrero, por mencionar solo algunos, pero eso no exime a otros rincones del país en donde la violencia y el descontrol se han recrudecido. Conclusión: estas armas han servido para causar muerte, secuestro y mucho dolor.
La cantidad de armas que poseen un chip y han sido introducidas supera las 3 mil 500, además son de alto calibre (cuernos de chivo) y existen hasta lanza granadas.
Por ello es comprensible el relajo de país y el débil estado de derecho en el que nos encontramos.
Por todo lo anterior, resulta incomprensible que la PGR no haya hecho nada, a pesar de las evidencias.
Pero regresemos a la iniciativa. Es claro que la lucha por parar la entrada de armas a nuestro país es titánica, pues hasta Barack Obama batalló con el poder de la conocida Asociación Nacional del Rifle en su país.
No obstante esto, y para bien, en ese país también hay gente interesada en lograr detener la tragedia humanitaria que causa el armamentismo en México y en el propio país vecino.
De hecho, ya hace algunos meses un grupo de compatriotas firmamos un documento que se envió al gobierno estadounidense pidiendo poner atención en este tema, en la venta indiscriminada de armamento a nuestro país.
El proyecto se ha venido construyendo de forma interesante, como la de Torres, el artista, quien en conjunto con otras personas han recolectado armamento y lo han fundido para hacer instrumentos mecánicos. Con ello han sembrado árboles y dan conciertos en Estados Unidos promoviendo la paz y un alto al armamentismo.
Otra acción será pedir a los gringos que aumenten el número de personal que atiende el tráfico de armas en la frontera, pues hay una diferencia de tres a uno en la vigilancia. La mayoría solamente cuidando que no entren personas a su país, como si eso fuera más grave que el tráfico de armas.
La tarea es larga, pero requerimos hacer algo para detener el crecimiento de este desastre. Si estás interesad@, apoya en http://desarmamexico.org/