El único factor que puede romper el equilibrio exitoso logrado por el proyecto Chivas en este 2015, es paradójicamente allá en el penthouse y en la sala de consejo con el dramático broncón/affaire mucho más allá de telenovelesco Angélica–Jorge.
Hoy están cerquita de la gloria, semifinales después de mucho tiempo sin siquiera llegar a la Liguilla MX que te mete entre los ocho mejores de una Liga MX de 18.
Porcentajes
Nunca he compartido la tesis que da al director técnico un peso superlativo en el éxito de un equipo, tampoco es minimizarlo, simplemente como dicen en mi pueblo, “cada chango a su mecate”.
Si se trata de darle un valor numérico este rondaría por un máximo del 20 por ciento, el administrativo, instalaciones, apoyos, sueldos a tiempo, facilidades, logística que viene de la directiva, debe tener también su valor, otro 15, así que más allá de ese 35, el resto va a los jugadores que deben rifársela con todo lo que eso significa.
Estrellas alineadas
Hoy Chivas tiene un excelente equilibrio en todas sus líneas, desde lo administrativo, que irónicamente hasta hace unos meses era lo único sólido en el Guadalajara, pero hoy con la telenovela Jorge–Angélica, es precisamente este factor el que puede tirar por tierra todo este trabajo impecable y exitoso encabezado por los De la Torre, Néstor en la directiva y “Chepo” en el trabajo de cancha.
No hay coincidencias
Lo que Chivas ha logrado hasta este día en que arrancan esta Semifinal, solamente proyectada en los sueños de los De la Torre, es hoy una maravillosa realidad. Quizá en su momento Jorge Vergara y sus tantas declaraciones exageradas o al garete o para hacer sentir ese optimismo muchas veces artificial, como de plástico, intentaba mostrar una seguridad en este proyecto que estaba muy lejos de sentir y mucho menos proyectar.
Fueron muchos torneos, muchos técnicos, muchos jugadores que se fueron boca bajeados y fracasados por la puerta de atrás.
Todo este logro se ha dado sin carambolas, sin angustias, sin coincidencias, sin manos negras, con el imponderable de siempre, ciertas fallas arbitrales a su favor pero también en su contra, sin esperar la caída de otros y meterse con un churrazo de angustia.
Proyecto sólido
Guadalajara armó un proyecto en el que coincidieron, ¡por fin!, Jorge Vergara aceptando sus errores y equivocaciones en su chocante metichismo y presunción de ser el sabelotodo, rectificando y cepillando aquel proyecto sin patas ni cabeza, con “Rafita” Puente mostrando su cándida novatez (que no es pecado, solo que a Chivas no se va a aprender) y compañía.
Con disculpas y aclaraciones de por medio de ambas partes, llamar a un personaje Chiva desde la cuna, un fogueado directivo, Néstor De la Torre, cuya capacidad y profesionalismo está a prueba de dudas, en Chivas y en selecciones nacionales los resultados saltan a la vista, se puede y le ha ocurrido equivocarse como nos ocurre a todos, pero con la capacidad de aceptarlo, estudiarlo y salir a resolverlo.
Con un proyecto claro, ahora sí al 100 por ciento, con la imperiosa necesidad de delegar, Jorge entrega la responsabilidad a Néstor, que llama de regreso y por su revancha personal después del fracaso en nuestro TRI a su hermano José Manuel, “Chepo”, con quién seguramente tuvo interminables charlas en reuniones familiares mucho antes de ser llamados de regreso por Jorge Vergara. El único que falta por ahí es el primo “Yayo”, quizá ya eran muchos De La Torre.
Jorge abre la chequera, Néstor y “Chepo” proponen su Carta a Santa Claus, no todo se puede, el mercado está por las nubes y más cuando existe la limitante del solo poder contratar jugadores mexicanos, finalmente se gasta racionalmente, se arma al plantel, se hace, trabaja día y noche por y para el grupo, objetivo primario, salvarse del descenso, la estrategia, hacerlo pensando y proyectando pelear la cima, lo demás llega solito.
Hoy encaran la Semifinal que muchos no hubiéramos siquiera apostado dos pesos por proyectar ahí a Chivas, no se metían a Liguilla desde el Apertura 2012.
Tiempo de Chivas, tiempo de soñar, habrá que rubricarlo en la cancha a partir de esta casi media noche… Así de fácil.
