En lo que va de la Legislatura actual el coordinador del PAN en el Congreso, Arturo Salinas, ha exhibido su falta de oficio, su torpeza pero sobre todo una descomunal arrogancia.
Hoy en Reporte Indigo Salinas es acusado por el excandidato a diputado federal, el panista Arturo Benavides, de traicionarlo en la impugnación que presentó en contra del triunfo del cetemista Daniel Torres por dos votos.
¿Entregó Arturo Salinas a su compañero panista para quedar bien con Ismael Flores, líder de la CTM de Nuevo León?
No es un asunto menor la acusación en contra del exdirector jurídico del expresidente nacional del PAN, Gustavo Madero.
Salinas le debe todo lo que es a Gustavo Madero: primero lo hizo diputado federal plurinominal, luego legislador local y finalmente coordinador de la bancada albiazul.
Pero hoy gracias a sus errores, su pleito con Karina Barrón, Arturo Salinas -y el PAN- es presidente de una COCRI de papel sin ningún poder en el Congreso.
¿Qué esperan los grupos del PAN para destituir a Arturo Salinas de la coordinación?
Ya perdió el Congreso del Estado.
No tarda en perder la bancada panista.
Fredy busca presidencia
Hace dos semanas publicamos en esta columna que el panorama para los 21 legisladores federales de Nuevo León no lucía nada prometedor en el reparto de las presidencias de comisiones legislativas.
El día de mañana martes se cumplirá este vaticinio negativo para los diputados federales del estado.
Hasta ayer el único legislador que tenía posibilidades reales de conseguir la presidencia de una comisión era el panista Alfredo Rodríguez.
Fredy será el presidente de la comisión de Transportes si el PAN mantiene esta posición y su coordinador Marko Cortés no la negocia con el PRI.
La comisión de Transporte le vendrá como anillo al dedo a Rodríguez: considerando que tiene una empresa de transportes junto con su familia.
Si Alfredo Rodríguez logra la presidencia de la comisión de Transportes, el diputado Baltazar Martínez será el coordinador de los legisladores panistas de Nuevo León.
Reapertura del Sabino Gordo
Monterrey no tiene memoria y olvida pronto.
Este fin de semana un grupo de trabajadores arreglaba la fachada del Sabino Gordo, table dance donde hace 4 años se perpetró una de las mayores masacres en Nuevo León.
El 8 de julio de 2011 un grupo de sicarios del Cártel del Golfo ejecutó a 21 personas, entre clientes, empleados y meseros de este establecimiento.
Después de la matazón, el entonces alcalde de Monterrey, el panista Fernando Larrazabal, clausuró de manera definitiva este negocio ubicado en la calle Villagrán.
Hoy alguien pretende reabrir el Sabino Gordo en complicidad con funcionarios de la administración municipal de Monterrey que encabeza la panista Margarita Arellanes.
¿Está enterado el alcalde electo de Monterrey, Adrián de la Garza, de la herencia que le quieren dejar?
¿Qué sigue? ¿La apertura del Casino Royale?