La caja chica de Plascencia

En su intento por reelegirse como presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva utilizó el presupuesto de esta institución para comprar lealtades y apoyos entre organismos y activistas de derechos humanos en México. 

Sin emabargo, de nada sirvió. Ayer Jorge Luis Preciado, coordinador de los legisladores panistas, informó que Plascencia Villanueva quedaba completamente descartado para reelgirse.

César Cepeda César Cepeda Publicado el
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200,000
pesos por parte de la CNDH obtuvo la Comisión Estatal de Derechos Humanos Estado de México
El apoyo a Las Patronas fue presumido por Plascencia en la solicitud que hizo al Senado para reelegirse en el puesto
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En su intento por reelegirse como presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva utilizó el presupuesto de esta institución para comprar lealtades y apoyos entre organismos y activistas de derechos humanos en México. 

Sin emabargo, de nada sirvió. Ayer Jorge Luis Preciado, coordinador de los legisladores panistas, informó que Plascencia Villanueva quedaba completamente descartado para reelgirse.

Preciado rechazó que esta decisión signifique restar méritos al actual presidente de la CNDH, pero los tres ya nombrados son los que lograron consenso al interior de la bancada.

Desde la presidencia de la CNDH, Plascencia Villanueva manejó la partida “Ayudas Sociales” con fines políticos para operar su reelección. Este fondo incluye los subsidios que otorga el organismo a activistas y asociaciones.

Conforme se acercaba el proceso de elección del nuevo Ombudsman en el Senado, Plascencia Villanueva aceleró el reparto de recursos entre el sector social, con la intención de conseguir respaldos para su proyecto de continuar otro periodo como titular de la CNDH.

No es casualidad que haya presentado en el Senado 2 mil 600 firmas que apoyan su intención de reelegirse.

El Ombudsman incrementó -justo en el momento decisivo para su reelección- la entrega de estos apoyos y subsidios.

En el primer trimestre de este año, la CNDH otorgó 66 mil 627 pesos a organizaciones sociales, este monto llegó a un millón 220 mil pesos en el segundo trimestre, de acuerdo a los informes financieros del organismo.

Significó un incremento de mil 200 por ciento.

Para este año, la CNDH tiene un presupuesto autorizado de 9 millones de pesos para el rubro de “Ayudas Sociales”, recursos que son repartidos a discreción y sin ningún tipo de regla de operación.

Un ejemplo del manejo que llevó a cabo Plascencia Villanueva es la intervención a su favor de la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos (FMOPDH).

Este año la FMOPDH recibió una partida de 78 mil pesos por parte del organismo que dirige el abogado originario de Baja California.

El mes pasado, esta organización presentó la candidatura de Plascencia Villanueva ante el Senado para reelegirse como Ombudsman nacional para el periodo 2014-2019.

Favores a título personal

Los presidentes de las comisiones estatales de derechos humanos también han conseguido recursos en lo personal por parte del organismo que preside Raúl Plascencia Villanueva.

Un caso es el de Juan José Ríos Estavillo, titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Sinaloa, quien presentó la postulación de Plascencia Villanueva en la Cámara del Senado, en su calidad de presidente de la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos.

El fondo de ayuda social de la CNDH ha sido utilizado también por Plascencia para el pago de honorarios de conferencistas extranjeros como el investigador español Enrique Belda Pérez Pedrero, quien es integrante del Comité Asesor de la revista oficial de la CNDH, y recibió este año un pago de 50 mil pesos.

De la misma bolsa el Ombudsman mexicano autorizó un apoyo de 110 mil pesos para la investigadora española María Martín Sánchez.

La embajadora Carmen Moreno Toscano, secretaria ejecutiva de la Comisión Interamericana de Mujeres, ha recibido de la CNDH apoyos económicos por 300 mil pesos en los últimos dos años.

La regiomontana Ninfa Delia Domínguez, consejera de la CNDH y afín a la senadora priista Cristina Díaz, también ha sido beneficiada de este programa de ayuda que tiene este organismo público.

Plascencia Villanueva también sacó provecho de esta bolsa de la CNDH para pagar los honorarios por 87 mil pesos de los integrantes del grupo musical Gigantes de América, designados embajadores de los derechos humanos en México.

El caso Tamaulipas

La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas, que no solo firmó por la reelección de Plascencia Villanueva al frente de la CNDH, sino que le otorgó un reconocimiento por su “valioso apoyo a la consolidación de derechos humanos de Tamaulipas”.

En ese estado sucedió uno de los hechos por los que más fue cuestionada la actuación de la CNDH: la matanza de los 72 inmigrantes en el municipio de San Fernando.

La gestión de Plascencia Villanueva al frente del organismo fue criticada duramente por organismos de derechos humanos en México y a nivel internacional por es masacre, además de el caso Tlatlaya en el Estado de México, y más reciente la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

Los respaldos en su carrera

Un caso más de los manejos de Raúl Plascencia Villanueva para promover su reelección al frente de la CNDH, es el de Las Patronas, el colectivo de mujeres que brindan ayudan a los inmigrantes en el estado de  Veracruz.

Una de sus representantes, Norma Romero Vázquez, recibió el año pasado de la CNDH un pago de 469 mil pesos para apoyar el trabajo social.

El apoyo a Las Patronas fue presumido por Plascencia Villanueva en la solicitud que envió al Senado mexicano para anunciar su intención de reelegirse en el puesto.

“Son organizaciones sociales que me han manifestado su apoyo para esta encomienda, sin embargo, me gustaría señalar de una manera enunciativa y de forma muy particular algunas de ellas: Ayuda Humanitaria ‘Las Patronas’, quienes realizan una destacada e importante labor en beneficio de nuestros hermanos centroamericanos en su paso por nuestro país, la cual incluso fue galardonada con el Premio Nacional de Derechos Humanos 2013”.

El otro apoyo político que presumió con los senadores el mes pasado fue la firma de 27 organismos públicos de derechos humanos que operan en las entidades federativas.

“…los cuales manifiestan expresamente que, durante mi gestión, se ha fortalecido el sistema no jurisdiccional de protección y defensa de los derechos humanos”, se jactó el Ombudsman mexicano.

Un respaldo que el titular de la CNDH logró principalmente gracias al programa de ayudas y subsidios que otorga este organismo a las comisiones estatales de derechos humanos.

El reparto de recursos de la CNDH incluyó también a los organismos defensores de derechos humanos y a sus titulares, a quienes la Comisión ha entregado más de 2 millones de pesos.

El apoyo en el Senado

Se espera que mañana el Senado de la República designe al próximo presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Entre los principales candidatos para sustituir a Raúl Plascencia Villanueva como Ombudsman está Mauricio Farah, Raúl González Pérez y Ricardo Bucio.

Plascencia Villanueva ya no apareció en las ternas propuestas por los partidos para ser elegible como presidente del organismo.

El Ombudsman y su amigo casinero

Entre las 2 mil 650 cartas de apoyo a su reelección que envió al Senado en 13 cajas Raúl Plascencia Villanueva, presidente de la CNDH, seguramente estará la de un viejo amigo: Mario Madrigal Magaña.

El líder del sindicato de casinos de Jorge Hank Rhon se convirtió en una sombra en la gestión de Plascencia Villanueva como ombudsman de los derechos humanos en México.

Madrigal Magaña -exdirigente estatal del PRI en Baja California- desde hace 24 años ocupa la secretaría general del Sindicato Nacional de Trabajadores Operadores de Libros, Establecimientos de Diversión, Hoteles, Restaurantes y Comunicaciones.

El sindicato Sintoled está adherido a la CROC y hace cuatro años festejó su 20 aniversario en la ciudad de Tijuana.

Una fiesta que contó con un invitado especial: el actual presidente de la CNDH que pretende reelegirse un periodo más.

Plascencia Villanueva encabezó los festejos de este sindicato croquista, que agrupa principalmente a los trabajadores de las empresas del Grupo Caliente, que opera casinos y centros de apuesta en México.

Esa tarde del 2 de junio de 2010 en la ciudad de Tijuana estuvo presente también en la celebración el polémico Jorge Hank Rhon, presidente del Grupo Caliente y excandidato del PRI a la gubernatura de Baja California.

Los tres personajes compartieron la mesa de honor en el festejo: Hank Rhon, Plascencia Villanueva y Madrigal Magaña.

La relación entre el titular de la CNDH y el líder croquista viene desde cuando los dos estudiaban juntos en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Baja California.

Como presidente de la CNDH, Plascencia Villanueva nunca olvidó a su amigo y en varias ocasiones se prestó para encabezar sus eventos relacionados con el mundo del juego.

Este año, por ejemplo, el Ombudsman mexicano firmó un convenio de colaboración entre la CNDH y la Organización Uni Global supuestamente para la protección de los derechos humanos.

Ese convenio, firmado el pasado 31 de julio, se suscribió en el contexto de una reunión que convocó a casineros de México y de América Latina, un dato que se omitió en el comunicado de prensa que manejó la Comisión para difundir el evento.

Días antes de esa reunión, Plascencia Villanueva había firmado otro convenio de colaboración con la administración municipal de Tijuana para la difusión de los derechos humanos.

El anfitrión: Jorge Mario Madrigal, director del Instituto Municipal de Juventud de Tijuana e hijo del líder croquista en Baja California.

Es Mario Madrigal Magaña el personaje que sirve de enlace para conectar a Plascencia con Hank Rhon, el polémico exalcalde de Tijuana dueño de los casinos Caliente en México.

Adiós, Plascencia

Por Imelda García

En las horas previas a la conformación de la terna de finalistas para presidir la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el grupo de panistas que defendía la reelección de Raúl Plascencia al frente del organismo, decidió darle la espalda.

La presión de grupos de la sociedad civil, de las otras bancadas en el Senado y de una parte de su propia fracción parlamentaria, provocó que el grupo de senadores calderonistas, encabezados por Roberto Gil Zuarth, presidente de la Comisión de Justicia, decidiera dar marcha atrás en su apoyo.

Este mismo martes, a unas horas de que los grupos parlamentarios revelaran los nombres de a quiénes estarían apoyando para la contienda final, un grupo de organizaciones civiles y personajes públicos enviaron una carta al Senado para exigir que se dejara a Raúl Plascencia fuera de la competencia.

La carta está firmada por más de 60 organizaciones civiles.

“El costo político iba a ser muy grande para el PAN porque íbamos a quedar como el único partido que consideraba prudente la reelección de un personaje tan cuestionado”, comentó uno de los senadores panistas que participó en la elección de sus tres finalistas.

Con ello, quedó sepultada la posibilidad de que Plascencia ocupe hasta el 2019 la presidencia de la CNDH, misma que deberá desocupar en cuanto se concrete la elección y se tome la protesta al nuevo ombudsman nacional, hecho que se prevé ocurra este jueves.

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