La dignidad es un sentimiento de valor propio o de merecimiento que se descubre en tanto tenemos experiencias en donde se pone en tela de duda esa percepción de que merecemos ser valorados o respetados.
De ahí que algunas de las frases más importantes construidas a partir de esa palabra tengan que ver con los derechos de las personas, ¿has escuchado que lo primero que se defiende es la dignidad o que la dignidad humana es lo que importa? Bueno, es una necesidad humana.
La dignidad también es asunto colectivo. Un grupo de personas pueden sentirse tratadas indignamente si en el consenso no se asumen como valoradas. La Caravana de la Dignidad es un ejemplo de esto.
Después de que el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, denunciara de forma pública un “castigo” presupuestal por impulsar la orden de extradición de César Duarte, conocido exgobernador acusado por peculado, y que la ciudadanía de Chihuahua, ante tal evidencia pública, ha realizado diversas marchas y protestas para que esto no sea así.
Ahora extienden sus voces a otras en el país, para que no sean presa de una revancha o rencilla política que les está quitando algo que sí hace el presupuesto: elevar la calidad de vida.
“Ahí en Hacienda está el poder, en la chequera que se usa como zanahoria o como garrote porque son señores y dueños de vida”, indicó Javier Corral en julio pasado.
Las comunidades de Chihuahua se han movilizado junto con su Gobernador, algo inédito en México porque se supone que las instituciones públicas no están para eso.
Sin embargo, valientemente han reconocido que la suya es algo que va más allá de los partidos, que es una batalla contra la corrupción y la impunidad que tiene en el centro la exigencia de que se agilice la extradición de César Duarte, pero además que no sean -y están en su total derecho- castigados por tal razón con su presupuesto.
Que pueden comprobar que sí disminuyó a partir de esta serie de denuncias abiertas.
Por eso mismo, están convocando desde hace días a esa Caravana por la Dignidad del pueblo de este estado del norte del país, tan lastimado como otros por el control del poder político y económico que está enquistado en unos cuantos que se creen dueños del presupuesto público.
Lo mejor es la solidaridad expresada por otras ciudades. Incluyendo a Monterrey, Nuevo León, en la que se realizará esta Caravana y el sábado a las 4 de la tarde en la Macroplaza se está invitando a la ciudadanía para que exprese su inconformidad y apoyo.
Lo peor es reconocer que eso no sólo sucede a nivel Federal. La persecución y el castigo por medio del presupuesto es algo común, incluso a nivel municipal.
En este país al revés hay cientos, sino es que miles de casos, en donde mantienen a los funcionarios públicos “entre la espada y la pared” por este tipo de cuestiones que no deberían existir porque el presupuesto público es público, no es de nadie. Menos de quienes no ostenten la defensa por lo que es justo.
Lo bueno es el valor civil de la gente de Chihuahua que no se ha quedado callada, y de Javier Corral que tampoco está dispuesto a jugar el juego de la indolencia de quienes creen que el país es suyo y pues no. La dignidad es primero.