La palabra estrategia, conjunto de acciones planificadas sistemáticamente para lograr un determinado fin, proviene del griego: Stratos que significa ejército y Agein conductor o guía.
A poco más de un mes para las elecciones, está quedando claro que la estrategia de lucha al narco conducida por el Presidente no logró el determinado fin que él esperaba, por lo menos políticamente hablando, ya que al único que ha favorecido es, irónicamente, al PRI. En el 2009, la estrategiaelectoral del PAN fue precisamente el apoyar la lucha contra el crimen, mandando el mensaje de que el PRI era aliado y protector del narcotráfico, su brazo político. Rotundo fracaso: en las urnas arrasó el viejo partido de la revolución institucional, se adueñó del Congreso y obtuvo más recursos que ningún otro partido para la campaña presidencial del 2012. Jugada de pizarrón en el mundo del revés.
El desaliento nacional provocado por el horror de la guerra, ha fortalecido el erróneo pensamiento de que estas cosas no pasaban cuando estaba el PRI, ellos sí sabían cómo manejar estas situaciones. (No hay peor nostalgia que añorar lo que nunca jamás sucedió, diría Joaquín Sabina).
Pareciera que el cuarto de guerra de los Pinos trabaja para el candidato tricolor.
Porque dicha estrategia también hundió a la candidata del PAN a la presidencia, quien no ha podido, hasta ahora, quitarse semejante loza de concreto de encima, por mucho que repita que ella es diferente. El partido cuyo principio fundacional fue el humanismo, ahora tiene que defender a capa y espada una lucha que ha tomado tintes inhumanos.
En el México democrático nunca como ahora había estado tan devaluado el valor de la vida.
Y han sido los jóvenes la carne de cañón de la batalla perdida. Por ello no es extraño que sean ellos mismos, la sangre joven, los que inician toda una revuelta pacífica de alcances insospechados, precisamente en estosúltimos momentos del sexenio de la guerra.
Y su estrategia es otra, justo al revés: el amor a la vida contrarrestando el miedo a la muerte.
Sus manifestaciones en las redes y las marchas callejeras están llenas de humor, esperanza, fraternidad, y amor por un país que ven cómo seestá matando a sí mismo y que ocupan rescatarlo. Dar la cara, salir a las calles, gritar la indignación, enfrentar a un sistema sordo, ciego y tartamudo. Conectarse por la red, apagar la tele, pintar de colores las cartulinas en blanco, inventar nuevos hashtags, compartir información a diestra y siniestra, organizarse sin partirse, transformar el enojo en creatividad, llenar de entusiasmo tanto a los adultos y ancianos como a los niños, poner a temblar a los que no se quieren mover de sus cómodas sillas prestadas, hacer un acto de consciencia nacional en vivo y a todo color.
La mejor forma de parar una guerra estúpida es a través de un movimiento inteligente.
Y estos jóvenes vitales son hijos de la frustración del cambio en el 2000, que terminó por no existir, nos consta a la mayoría. Al final, encender la luz en tiempos tan oscuros, es la estrategia real del despertarmasivo. La #MarchaYosoy132 ya ganó de calle la elección 2012. Se cristalizó la consciencia sembrada con sangre en 1968. México florece.