Los abominables hechos de violencia ocurridos en el Jalisco durante la victoria aplastante de Chivas sobre el Atlas local, las broncas por varios estadios de nuestro fut de la Liga MX o el hampón que iba derechito a golpear al árbitro Fernando Guerrero en el estadio Corona a media semana, o la golpiza a los policías en el Jalisco hace un año, o los desmadres en el estadio Azul hace unas semanas, ¿no son ya sucesos o cuestiones aisladas de grupúsculos de desadaptados que buscan protagonismo momentáneo?
Desafortunadamente se convierten ya en eventos constantes, recurrentes, que debemos detener a toda costa. Difiero y por mucho con aquellos simplistas que señalan que esto es responsabilidad de la Femexfut o de la Liga MX, y peor aún están totalmente fuera de realidad aquellos que mamucamente afirman “…Yo ya se los lo había dicho desde hace meses…” o los que señalan “Si me hubieran hecho caso, entonces…” como si fueran dueños de la verdad o si tuvieran la fórmula o capacidad de resolver este enredado tema.
Declaraciones simplistas, protagónicas, soberbias
Y peor aún, a los que señalan a los jugadores del ATLAS que golpean a uno de estos imbéciles (así los llamó Jorge Vergara) son los que comienzan la agresión.
Ahora resulta que a esos cobardones hay que dejarlos pasar y esperar a ver si agreden a los jugadores para entonces sí responder. Qué declaración tan estúpidamente basada, si eres un jugador y ves venir corriendo hacia ti a un tipejo sin saber por qué está ahí, de entrada lo primero es recibirlo con un golpe a la defensiva, así de simple.
Marchas, casetas, bloqueos, vandalismo…
En los que se cuelan vándalos, porros, cobardones, hampones disfrazados y colados entre los verdaderos auténticos luchadores sociales. Son exactamente los mismos, solo que clonados y trasladados a un estadio de futbol.
Estos hampones y cobardes saben, tristemente, que el meterse dentro de una manifestación o marcha, el bloquear carreteras y vialidades, el tomar una caseta y robarse los peajes, al igual que formar parte de estas abominables “barras” de algún equipo de futbol es directamente…
Un pase a la impunidad
No hay policía de cualquier nivel, federal, estatal o municipal que no los respete y mucho menos que intervenga al verlos vandalizar, robar, golpear, destruir, incendiar lo que se les ocurra en ese momento.
Y si por casualidad la policía interviene es solamente con sus escudos. No atacan, les ordenan no hacerlo, y cuando estos hampones atacan a estos policías lo hacen sabedores que manejan impunidad absoluta.
La tolerancia de la autoridad es enfermiza con la paranoia de que puedan acusarlos de represivos. Es el mismo parámetro, solo diferentes escenarios.
La ley vale madre
Hace un año y después de los deplorables acontecimientos en esa misma Guadalajara, la cámara de diputados desempolva la ley de los estadios o algo así de rimbombante, por medio de la cual el castigo a quien realice estos desmanes y desmadres sería ejemplar. Sí, esa ley es la que hoy está vigente y la que todos estos barbajanes se pasan por el arco del triunfo.
Muchos no creemos en esta ley, como en muchas otras simplemente, porque no se aplican. Así como la de estadios está la de los que vandalizan, bloquean, revientan, roban casetas, roban comercios o incendian detrás de las verdaderas reivindicaciones sociales.
¿Y entonces?
La Femexfut y la Liga MX no pueden, por mucho, con este paquetazo. Se requiere una coordinación con las autoridades municipales, estatales, federales, policía de caminos en operativos bien estudiados y aplicados con firmeza, cero tolerancia, tomando en cuenta que cada estadio, cada municipio, cada ciudad tiene sus propias condiciones, aunque hay muchos temas comunes.
Pumas
Hasta hace unos años el más problemático de los estadios a vigilar es hoy un operativo exitoso en la coordinación de Pumas – autoridad universitaria – autoridad del GDF. Cierto que no están exentos de problemas pero el balance es, sin duda, exitoso.
El contexto es esa falta de respeto que la autoridad se ha ido ganando paso a paso desde hace muchos años, por lo tanto requiere un operativo general en contra del vandalismo e impunidad en todos los frentes, no solo en los estadios, eso es hacerse güeyes. Así de fácil.
Multitas de risa
Concentrados en nuestros estadios de futbol de la Liga MX, nos encontramos con un vacío de control y autoridad que asusta, a los hamponcetes después de una maniobra de enorme riesgo se les detiene, no a muchos, de todo lo que se armó este domingo en el Jalisco solo hay ¡10 detenidos! cuando a simple vista se ven muchos más.
Simplemente los que se metieron a la cancha eran más de esa decena, a estos barbajanes detenidos se le presenta al Ministerio Público que, aplicando la ley, les ponen unas multitas de risa que los liberan sin consecuencias al día siguiente.