En los recientes ceses de los secretarios de seguridad está detrás la mano del general Cuauhtémoc Antúnez.
Las salidas de los mandos policiacos tanto de Cadereyta como de Allende obedecen a las presiones del secretario de Seguridad Pública del Estado.
En Cadereyta el alcalde José Preciado se vio obligado a cesar a Jesús Homero Fonseca. Oficialmente por no pasar las pruebas de control de confianza.
Extraoficialmente porque el exjefe policiaco aparece involucrado en una investigación. No es el único funcionario del gobierno de Preciado que está en problemas.
Es el mismo caso de Allende, donde el alcalde Silverio Flores tuvo que despedir a Martín Santos como secretario de seguridad pública de este municipio.
En su lugar el edil panista nombró a un exmarino recomendado por el propio Antúnez.
El ocaso de Ismael Flores
Después de 12 años de gobiernos priistas, en los cuales la CTM de Nuevo León siempre estuvo del lado de los gobernadores, la central obrera volvió ayer a lanzar consignas en contra del gobierno del Estado durante las celebraciones del Día del Trabajo.
“Nuevo León tiene en descuido total al adulto mayor y a los menores en los centros DIF” y “Gobierno del Estado exigimos mayor vigilancia en zonas escolares. Demasiados robos”, fueron algunos de los reclamos que lanzó ayer la CTM de Nuevo León desde su cuenta de twitter.
Con el paso de los años las celebraciones del 1 de Mayo en Nuevo León confirman el ocaso que vive el dirigente estatal de la CTM, Ismael Flores.
El líder sindical desde hace rato que no convoca a gobernadores: Rodrigo Medina fue el primero que lo desairó y ahora también lo hace Jaime Rodríguez y no pasa nada en el estado.
En su representación “El Bronco” envió a Manuel González, secretario general de gobierno, quien cumplió en este evento cada vez más priista, más desangelado y con menos participación de los trabajadores.
Hoy más que nunca Flores está más aislado y menos poder con la llegada de Carlos Aceves del Olmo a la dirigencia nacional de la CTM.
Y eso se confirmó ayer.
Rizzo reclama a Cavazos
A quien no se le pasa todavía el coraje contra César Cavazos, presidente del PRI de Nuevo León, es al exgobernador Sócrates Rizzo.
Al exmandatario estatal no le cayó nada en gracia que el líder tricolor haya respaldado con su asistencia el festejo que organizó Benjamín Clariond por sus 20 años de haber tomado protesta como gobernador.
A Cavazos se le ocurrió asistir a la fiesta organizada en la residencia de Felipe Enríquez, amigo de “El Benjas”, que convocó a este grupo político priista.
Lo que pasa es que para muchos priistas la llegada de Benjamín al gobierno significa también una de las grandes traiciones tricolor que terminó con la caída de Rizzo.
Fue una época de cacería de brujas contra excolaboradores del exgobernador, algunos de ellos terminando en la cárcel como el exrector Manuel Silos y el extesorero Xavier Doria.
Lo que le tocaba a Cavazos era guardarse como lo ha hecho con el gobierno de Jaime Rodríguez, pero no: le ganó el socialito y ahora está metido en un problema.
