La nueva joya de la corona
No es casualidad que Rusia presente a los ojos del mundo a Sochi, el nuevo desarrollo y emporio turístico erigido en tiempo record y en concordancia con el medio ambiente.
Destino de montaña en invierno y playa en Verano, aquí los mismos hoteles y chalets tiene esa doble función. Casi todo es nuevo.
Alfredo Domínguez MuroNo es casualidad que Rusia presente a los ojos del mundo a Sochi, el nuevo desarrollo y emporio turístico erigido en tiempo record y en concordancia con el medio ambiente.
Destino de montaña en invierno y playa en Verano, aquí los mismos hoteles y chalets tiene esa doble función. Casi todo es nuevo.
Los hoteles y apartamentos se estrenan incluso con escasez de mobiliario, las carreteras lucen letreros relucientes en azul y blanco como lo manda Europa, solo que aquí en alfabeto cirílico. Faltan restaurantes, se improvisa en acabados y la demanda hotelera es de tal proporción que ya están atracados tres cruceros exactamente como nos lo pintan para Brasil 2014. Nada es casualidad, hoy Rusia presenta su
Nueva joya de la corona
Sochi, región de muchos poblados a lo largo de 150 kilómetros, ha apostado todo para un presente y futuro más que prometedor; es más, aquí se realizará el Gran Premio de Rusia de Formula Uno el próximo 12 de Octubre.
Apuesta a ganar
Pocos entendimos las razones que esgrimió el gobierno ruso días antes de aquel 4 de Julio de 2007 para convencer al COI de entregarle a la entonces modesta Sochi la sede de los Olímpicos y Paralímpicos, superando las fuertes candidaturas de Salzburgo y Pyeyonchang en Corea, que por cierto será la sede dentro de cuatro años.
Su ubicación es privilegiada, se localiza al norte del Mar Negro con las nevadas montañas de la interminable Cordillera del Caucaso que rompe en precipicios hasta llegar a las playas, su gente es sencilla y hospitalaria, sus figras distinguidas.
Desde el momento en que el piloto de la aeronave “de bajo costo” Rusa S7 (porque así se llama) nos invita en un inglés -con tono muy ruso- a observar la enrome cordillera por la ventanilla, observas que es majestuosa; y la hace aún más impresionante que puede verse su cercanía a la costa que forma las playas.
Aquí no había nada
Hace 15 años, a la caída del muro de Berlín que derriba a la llamada Cortina de Hierro Rusia, uno de los territorios más grandes del planeta, se había quedado de pronto sin playas.
Por décadas, Tallín fue la apuesta incluso por encima de Leningrado, hoy San Petersburgo.
Estonia proclama su independencia de la unión Sovietica en agosto de 1989, generando una gran animadversión de la población y el gobierno ruso por aquello de las grandes inversiones portuarias ya que las playas del Golfo de Finlandia son muy poco propicias para la recreación.
Dos años después, en 1991, es Ucrania la que asume su independencia, dejando a los rusos sin las playas de Crimea, Yalta y Odessa, solo les quedaba Volvogrado, pero esto se encuentra allá en el lejano Pacífico de cara al archipiélago Japonés.
De tal manera, los paseantes rusos tomaron el camino de las ofertas que ofrecieron en Egipto y Turquía, así como las playas ucranianas.
Apuesta muy alta
En una iniciativa de gran calado e inversión multimillonaria, el gobierno de Vladimir Putin asume el desarrollo de la región de Sochi, convirtiéndola tras varias etapas, en un destino capaz de atraer no solo a sus propios rusos sino al atractivo mercado europeo y sus muchos euros.
La ubicación es privilegiada, el hecho de ser un destino de playa en verano y resort de nieve en invierno lo hace único para los europeos.
El desarrollo de esta región ha sido meteórico, el ferrocarril rápido que comunica los 50kilometros de la montaña a las playas, así como las carreteras, puentes y túneles, incluída la construcción de hoteles y villas, convierten en Sochi y sus alrededores en un lugar porpicio de utilizarse durante todo el año.
Así las cosas pues, hoy Rusia entera, encabezada por su líder y mandamás Vladimir Putin, presentará con orgullo al mundo entero su “Nueva Joya de la Corona”.
Esta es la región turística de Sochi, cuya majestuosidad en convivencia con la austeridad bien llevada y racionada se yergue desafiante desde las nieves del Caucaso hasta las aguas del Mar Negro ruso, por 15 días los medios de comunicación no solo llevaremos cuenta exacta desde aquí de las hazañas, historias, contrastes, alegrías, frustraciones, tristezas e historias inolvidables en las nieves y hielos de Sochi.
Esta nueva Joya de la corona rusa sin duda alguna es en una apuesta a ganador, no cabe duda Así de fácil.