La pesadilla de Quadri

Hoy 4 de junio, cuando los primeros rayos de la alborada espantaban a las últimas sombras de la noche vistiendo con vistosos colores la inmensidad del Valle de México, Gabriel Quadri soñó en deshacerse de ese monstruo llamado Gordillo, con cuya foto asustaban a los niños cuando se negaban a comer o a hacer sus tareas. ¡Por supuesto que caían en un pánico cerval!

Francisco Martín Moreno Francisco Martín Moreno Publicado el
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Hoy 4 de junio, cuando los primeros rayos de la alborada espantaban a las últimas sombras de la noche vistiendo con vistosos colores la inmensidad del Valle de México, Gabriel Quadri soñó en deshacerse de ese monstruo llamado Gordillo, con cuya foto asustaban a los niños cuando se negaban a comer o a hacer sus tareas. ¡Por supuesto que caían en un pánico cerval!

Quadri soñaba plácidamente en el hecho de haber conquistado un cómodo 5 por ciento en las preferencias electorales cuando, en sus delirios políticos, cayó en cuenta que había recibido ese partido político putrefacto llamado Panal, con apenas un 0.5% de votantes integrados al padrón federal.

Si dicho instituto representado por traidores a la patria desde que se habían aliado con quien tenía secuestrada a la educación y por ende, el futuro de la nación, requería cuando menos el 2% de la votación para no perder su registro, mismo que ya no perdería gracias a su imagen personalísima, la de un ecologista sincero, un ciudadano común bien preparado y conocedor de los problemas nacionales, entonces, ¿por qué seguir dependiendo de ese mal bicho despreciado por casi toda la sociedad?

Quadri soñó que hacía los debidos amarres con los gerifaltes del Panal. En sus devaneos los convencía de la pertinencia de asestarle a la Gordillo un golpe de partido…

Ya contaban con el presupuesto federal concedido al Panal; no requerían del voto de los profesores del país, unos sietemesinos intelectuales gracias a ella; podían ser finalmente independientes gracias a su capacidad de convocatoria, a su bien ganada imagen pública, pensó en su pronunciada narcosis.

¿Para qué necesitaban a semejante engendro de persona? Si ella estaba aliada en secreto con el PRI se desprestigiarían aún más y continuarían como un partido perdedor, apestado e infame, que bien podía cambiar su condición si anunciaba ante los medios un rompimiento irreparable con la gran enemiga de la infancia y de la juventud mexicana, sin duda, una de las causantes de la pavorosa involución del país.

Si era inaplazable su decapitación política y el electorado lo agradecería con gritos estentóreos, ¿por qué no comenzar con su expulsión del Panal, una señal inequívoca del inicio de un proceso de profilaxis política tan esperado? A lavar la ropa sucia en casa, pero ¡ya!, antes del debate del 10 de junio.

De repente Quadri despertó abruptamente con la frente empapada, el pulso acelerado y la respiración desacompasada. Sin embargo, sonreía. El corazón parecía escapársele por la boca en su carrera desenfrenada hacia la libertad. Un frío helado recorría su cuerpo despertando hasta el último de los poros de su piel.

Sí, sí que se podía dar ese golpe de timón, se repetía dominado por la ilusión de contar con una plataforma política para cambiar el rostro del país.

¿Estaría cometiendo una felonía al traicionar la confianza de quienes lo habían nombrado candidato presidencial? Ladrón que roba a ladrón tiene 100 años de perdón, se dijo convencido mientras giraba hacía el lado derecho de la cama solo para dar con el cuerpo de una mujer, cuyo rostro descubrió al retirarle delicadamente las sábanas con el dedo índice y pulgar: era la mismísima Gordillo que lo contemplaba con una sonrisa sardónica y los ojos abiertos: claro que el mal nunca dormía…

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