La próxima tormenta
El PRD parece ser un barco en altamar que no acaba de salir de una tormenta cuando otra ya amenaza con hundirlo. La más reciente batalla que dará muchos dolores de cabeza a Agustín Basave es la elección de los dos diputados federales que tendrán pase directo a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México.
Redes de PoderEl PRD parece ser un barco en altamar que no acaba de salir de una tormenta cuando otra ya amenaza con hundirlo. La más reciente batalla que dará muchos dolores de cabeza a Agustín Basave es la elección de los dos diputados federales que tendrán pase directo a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México. Resulta que con supuestas trampas en el procedimiento, según acusaron los contras de esa elección, los afortunados fueron Cecilia Soto —la excandidata del PT a la Presidencia de la República e impulsada por Miguel Ángel Mancera— y Jesús Valencia —el mismísimo exjefe delegacional de Iztapalapa que chocó supuestamente ebrio—. De inmediato hubo diputados perredistas que anunciaron la impugnación de la elección interna y vaticinaron la fractura al interior del PRD. Uno de los grupos que se pronunció contra estos dos constituyentes fue el de Jesús Zambrano, quien pensaba que ya tenía amarrada su participación en el Constituyente por ser presidente de la Cámara Baja. Al final, se quedó con las ganas.
Después de GIEI
Salió el subsecretario de Derechos Humanos a decirlo claro y fuerte: el proceso del Caso Iguala seguirá abierto a pesar de que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes ya no colabore. Y es que la verdad como que se ha querido hacer ver que si se van estos especialistas ya el caso se dará por concluido. Por eso, atinado Campa, señaló que será la Corte Interamericana de Derechos Humanos la que podrá sugerir los esquemas para seguir la investigación. Es decir, Campa salió a parar las especulaciones.
El Código de los Diputados
Sí ellos mismos lo aprueban será histórico. La Comisión de Régimen, Reglamento y Prácticas Parlamentarias de la Cámara de Diputados tiene contemplado reformar el Reglamento Interno del Palacio Legisaltivo de San Lázaro para emitir un código de ética en el que se castigarían las faltas, las interrupciones durante participaciones en tribuna, el uso indebido del cargo en beneficio propio o de familiares, utilizar lenguaje soez y nos aseguran que hasta filtraciones a la prensa. Si bien los primeros puntos le vendrían bien a un Poder Legislativo con tan mala imagen pública, la verdad es que le van a quitar lo más divertido que tiene la Cámara baja. Estén alertas.