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Pegarle al “Jugador Más Valioso” de la NFL de la última década, al “Good Boy” del American Dream, al intocable Tom Brady, es una tentación que el Comisionado Roger Goodell no va a dejar pasar después de un año 2014 con muchos errores, tapaderas, resbalones, simulaciones, declaraciones y posturas a destiempo.
Esta es la oportunidad de oro que Goodell esperaba para ganar votos positivos, para mostrarse duro y hasta draconiano, para recuperar parte del prestigio malogrado con su silencio en el caso Ray Rice, al que le habían aplicado un castigo negociado en lo oscurito con la directiva de los Baltimore Ravens, hasta que sale el video de TMZ que pone el caso a la vista de todos.
Ahí se ve cómo, en forma cobarde e infame, RICE golpea a su novia en un elevador, la arrastra inconsciente y luego, los millones compran todo.
Se le pone de tapete
Los novios hacen las paces como si nada hubiera pasado, rebajándose ella al nivel del arrastre, saliendo incluso a defender a “SU” hombre.
El video se hizo viral y fue hasta ese momento en que el comisionado Goodell arranca una investigación más que dirigida, la sociedad norteamericana que castiga más el ser atrapado que el cometer delitos de este tipo de violencia familiar, ensañándose con el que sí es descubierto y comprobado, tolerando a los que saben cómo taparse de ésta y otras faltas.
Roger Goodell es cuestionado, no por la Asamblea de Dueños de la NFL, que son sus patrones, sino por la Opinión Pública que exige castigo severo al cobarde golpeador, aunque hubiera sido también muy importante que alguien cuestionara a la esposa que se pone de tapete.
Comisionado tapadera
Más adelante aparece el “Caso Adrian Peterson”, acusado por sus propios familiares de golpear a su hijo con una vara para reprenderlo, tal y como lo hicieron antes con él cuando era un niño.
Ahí el comisionado actúa con prudencia, ambos son sujetos de castigo por un año, Peterson está a punto de retornar, Ray RICE es difícil que lo haga.
Brady, el blanco perfecto
No es lo mismo castigar y ensañarse con “Johny cualquiera” que con el jugador más mediático de la NFL, el más ganador, el muchacho bueno de las películas, que por añadidura es el líder del equipo dominador desde hace una década, y por si fuera poco, el mismo equipo que ha sido cuestionado por varias triquiñuelas que lo colocan siempre al filo del reglamento.
Es bien sabido que al comisionado se le atoran en el pescuezo las tácticas del coach Bellichick, siempre estirando el reglamento al máximo.
La temporada pasada con aquellos receptores improvisados elegibles de último momento y luego echándose para atrás, desconcertando al rival y a los referees, solo como uno de muchos ejemplos. Aquel espionaje a los Jets, videograbando sus señales en los juegos previos a su enfrentamiento dos veces por temporada, el coach señaló en ritmo de sarcasmo que si 80 mil fanáticos piden grabar esos momentos, entonces ya es público el asunto.
Brady: cuatro juegos a la congeladora
El Comisionado sanciona a Tom Brady y a los Patriots, buscando que se declaren culpables de haber manipulado los balones del juego de la Final de Conferencia, desinflándolos para tener más agarre a la hora de pasar, tomando en cuenta el frío de nivel de congelación.
Los utileros se declararán culpables, Tom Brady aceptará que no fue quién dio la orden pero se quedó callado y los Patriots también confesarán haber dejado correr el tema sin corregirlo, esta declaración de culpabilidad será un duro golpe y castigo moral para Brady y los Patriots del señor Kraft, el de los quesos, para entonces el Comisionado se verá misericordioso y protector reduciéndole a Tom el castigo a dos o tres partidos y al equipo con varias selecciones del draft 2016, a los utileros sí les cargarán la mano, son la carne de cañón.
Así las cosas pues, dicen por ahí que “La ocasión hace al ladrón”.
Perfecto para el Comisionado Goodell que con este castigo más que mediático y súper publicitado, recupera parte del prestigio arrastrado todo el 2014, en verdad, nadie sabe para quién trabaja…
Así de fácil.
