La tercera vía en Nuevo León
La semana pasada, Reporte Indigo publicó información de la denominada tercera vía en Nuevo León. Así que quiero compartir varios puntos importantes sobre el tema.
Por un lado, sería un éxito que se consolide este movimiento y representará un gran avance si en el Estado se aprueba el derecho a tener candidaturas independientes para tener un aspirante sin compromisos.
Esto va más allá del resultado que obtendría, pues de entrada obligaría a los partidos a dar mejores opciones para el ciudadano, ya que saben que podrían perder votos.
Tatiana ClouthierLa semana pasada, Reporte Indigo publicó información de la denominada tercera vía en Nuevo León. Así que quiero compartir varios puntos importantes sobre el tema.
Por un lado, sería un éxito que se consolide este movimiento y representará un gran avance si en el Estado se aprueba el derecho a tener candidaturas independientes para tener un aspirante sin compromisos.
Esto va más allá del resultado que obtendría, pues de entrada obligaría a los partidos a dar mejores opciones para el ciudadano, ya que saben que podrían perder votos.
Tal vez lo más importante es que por fin se regresaría el derecho al ciudadano de votar y ser votado. Algo que aparentemente es simple, cuando en realidad es complejo.
La tercera vía abre una manera distinta de relacionarse con las fuerzas del Estado, como son el PRI, el PAN, las televisoras y algunos medios impresos que aún juegan a la noticia disfrazada.
También la Comisión Estatal Electoral se vería obligada a romper con sus acartonados debates, que parecen una simple manera de cumplir un requisito, más que otra cosa.
Este movimiento daría esperanza a la sociedad e incentivaría a una mayor participación en los comicios. Obligaría a que los participantes ofrezcan nuevos proyectos, y no sólo fotografías, anuncios pagados y regalos que compran voluntades.
La propuesta daría la pauta para que todos los candidatos den a conocer con antelación quiénes formarán parte de su equipo de trabajo, y así romper con el juego de “te apoyo a cambio de un puesto”.
La tercera vía es una manera de salirse del cuadro y comenzar a hacer POLÍTICA, con mayúscula, y no politiquería, como últimamente nos han ofrecido los partidos y la mayoría de sus candidatos.
Es poner un proyecto de desarrollo para el Estado, donde el centro es la sociedad, y el interés es el continuismo y no la continuidad partidista.
Las candidaturas ciudadanas no son la panacea para aliviar todos los males políticos, pero son una medicina alternativa para curar el cáncer de la partidocracia, acostumbrada a los síntomas de la enfermedad.