A los Gallos Blancos de Querétaro con todo y Ronaldinho y Sinha rumiando la frustración de calentar la banca a pesar de sus históricos blasones futboleros, uno la leyenda Universal, el otro histórico en México, ambos en el ocaso de sus respectivas y exitosas carreras.
A los dos los veíamos mirando con impotencia cómo Santos les metía tres sin respuesta en apenas 35 minutos, se le vino la noche y los fantasmas del estadio llegaron a armar su maleficios.
Ya el cuarto gol es para el anecdotario. El quinto gol fue ya un masacre in misericorde.
Tan atípico el 5-0 solo en el juego de ida a favor de un equipo, el Santos Laguna, que se mete a la Liguilla como el octavo y último invitado, casi de angustia.
De entrada aquella Maldición del Sexto Lugar, ese número de la tabla general desde donde nunca nadie ha podido ganar un título de Liga, hoy MX, esa maldición que viéndolo fríamente parece que ha llegado para quedarse.
La Segunda Maldición es, sin duda.
¡Clonaron al Chuletita!
Este que se envolvió en la camisa número “27” del Santos Laguna no puede ser el mismo “Chuletita” Orozco que tantas falladas tuvo en una temporadas casi para el olvido.
Solo dos golecitos por ahí perdidos en el espacio, una Liguilla hasta Semifinales para no acordarse de ella, una insistencia hasta la terquedad de su técnico “Caixinha” que en verdad sabe sacar agua de las piedras.
Quizá ese fue el giro táctico que se le ocurre al tantas veces hablantín técnico de Santos, buscar hasta encontrar al gemelo de “Chuletita”, quizá sea un clon, sea como sea el “Chuleta” clava tres en 35 minutos, uno más que los que hizo en toda la temporada, sí, debe ser su gemelo.
El error de Volpi
Ya con el 1-0 en contra, Gallos pelea al tu por tu hasta que llega una jugada de absoluta falta de concentración, le regresan el balón, la toma con las manos, tiro indirecto, la defensa desconcertada, el arquero Volpi también.
El “Chuletita” tan fallador no se desmarca, no tenía que hacerlo cuando la marca de Gallos es espantosa, todos sacados de onda, de balance ante ese tiro indirecto dentro del área, corre tantito para rematar más solo que el dedo pulgar en el manchón de penalti y así tiene tiempo para pensar, darle dirección y hasta fuerza para meter el 2-0ante la impotencia queretana. Sí, el mismo “Chuletita” Orozco que tantas venía fallando, pero esta sin duda las borra todas.
Y luego Marchesín, el mismo que decían que estaría con el ánimo de bajada cuando el “Tata” Martino, técnico de Argentina lo deja fuera de la Copa América, nada de eso, le rematan casi a boca jarro, se tira a su derecha, desvía el balón que le dobla la mano pero los dioses están con él y el desvío pega en el larguero, ¡saludos “Tata” Martino!
¿Este es el mismo ‘Chuleta’?
De inmediato la respuesta santista, jugada de Tabares que remata, sí, el clon de “Chuletita”, porque no puede ser el mismo fallador de siempre, es su día, su noche, su momento.
Cuatro en una noche es el sueño de cualquier delantero, cuatro en esa misma noche que le entregue prácticamente el título a tu equipo, eso supera el sueño de sueños.
¿ Y para el domingo ?
La Final está liquidada, es un hecho, aquí si vale aquello de “salvo un milagro”, porque eso sería el que los Gallos pudieran siquiera acercarse a la goleada histórica del Santos.
¿Cómo hacer para levantar el ánimo de este grupo maravilloso de Querétaro? esa es una misión de urgencia para el “Rey Midas” Víctor Manuel Vucetich.
De todos modos, ahí estaremos para ser testigo o del más que improbable milagro, o de la rúbrica del Santos Laguna, que ya se entrena con pesas en el GYM para poder cargar la Copa de la Liga MX… Así de fácil.